No olvidamos
Este espacio nace de la colaboración entre Memórica. México, haz memoria, la Dirección General
de Estrategias para la Atención de Derechos Humanos de la Subsecretaría de Derechos Humanos,
Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, la Comisión Nacional de Derechos Humanos
y el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México como un compromiso
por construir el derecho a la memoria frente al complejo proceso que enfrenta nuestro país en
materia de violaciones graves a los derechos humanos cometidas en administraciones anteriores.
"No olvidamos", retoma el principio impostergable
del movimiento del 68, cuya fuerza residió en una lucha de la sociedad civil por la justicia, la
verdad y la democracia.
Conocer las violaciones graves a los derechos humanos en nuestro país nos permite entender la
dimensión histórica de la violencia de Estado; nos obliga a reconocer y visibilizar los hechos
más significativos que han lastimado el tejido social de nuestra sociedad. La responsabilidad de
estudiar, revisar y presentar las diversas fuentes acerca de casos como: detención arbitraria,
tortura física y psicológica, vejaciones, persecución, homicidios y desaparición forzada, es
fundamental para restablecer un derecho a la memoria, la restitución y el reconocimiento de los
agravios a la población que ha sido afectada por alguna, o por todas, estas faltas penales y
constitucionales.
Es preciso conocer los casos documentados y presentados ante la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, la Organización de Naciones Unidas u otros tipos de fuentes que provienen de casos
investigados por asociaciones de la sociedad civil, por organizaciones públicas de Derechos
Humanos, averiguaciones previas, carpetas de investigación relativas a desaparición forzada,
detención arbitraria y tortura donde estuvieron implicadas dependencias
gubernamentales.
La información de los archivos históricos provenientes de fondos y de acervos de dependencias
del Estado mexicano es fundamental para documentar que las violaciones a los derechos humanos
forman parte de un proceso histórico que, al no olvidarse, cultivará la memoria activa
indispensable para que estos agravios NO+ vuelvan a
ocurrir.