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Héctor Arturo González Hernández
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Héctor Arturo González Hernández: Testimonio del 68

obre el 68 hay mucho que decir, porque las luchas previas al movimiento que sale a la calle el 26 de julio son muy importantes; la lucha ferrocarrilera, la de los maestros, la de los médicos, los asesinatos impunes como el de Rubén Jaramillo, las tomas de Universidades por demandas propias. Todo esto hay que recordarlo, ver cómo se desenvolvió el movimiento del 68.

Hubo cinco grandes manifestaciones, pero no fueron las manifestaciones las que hicieron el movimiento, ni fue esa matanza tan bestial del 2 de octubre. Algunos compañeros me han dicho que si participé en el movimiento estudiantil y con mucho orgullo les digo que sí. “¿Estuviste el 2 de octubre en Tlatelolco?”, “no”, y me ven con desánimo, como si el 2 de octubre fuera el movimiento. No, esa fue una fiesta sanguinaria del gobierno, nuestra fiesta fue de juventud, de pueblo en las calles pidiendo libertades democráticas, libertad a los presos políticos, disolución de los artículos penales que reprimían al pueblo, acusándolo de disolución social, desaparecer los cuerpos represivos; eso era lo que queríamos hacer y eso era de todos los días en la lucha obligada, en las calles, la prensa. La prensa en general estaba vendida, pero nosotros teníamos una prensa de voces, de correr la voz todos los días. Esto es lo que hizo a los dirigentes del 68; éstos fueron los dirigentes que sostuvieron el movimiento, porque después del 68 seguimos saliendo a las calles. Después del 4 de diciembre que se levanta la huelga en la unam, no se acabó el movimiento, seguimos. Muchos presos políticos, mucha represión selectiva. Sin embargo, nos seguimos educando, por eso el 10 de junio no fue algo espontáneo, ya tenía sus antecedentes; pero también tenía sus intereses de compañeros que (algunos de ellos hasta la fecha), viven de las dádivas del gobierno o de los gobiernos que han estado. Era necesario desenmascararlos. Creo que todavía podemos salvar a este país, tenemos la riqueza natural para sacarlo, pero requerimos a sus hijos patriotas, sus hijos que sean dirigentes por ideales, no por puestos. Esto es lo que queremos.