Alejandro Rogelio Álvarez Béjar: Testimonio del 68
Ya entonces, yo entraba en una fase de término de la carrera, también en condiciones tremendas porque el estado de ánimo ya se lo podrá imaginar todo el mundo, estabas en un activismo de tiempo completo y de repente regresas y tienes que entrar a clases, algunas de ellas no precisamente muy atractivas.
Entonces, era una situación, creo yo, muy difícil, un ambiente depresivo, un ambiente de reflujo en la actividad de masas, un ambiente con muchos riesgos políticos y, ya que la gente había tomado caminos distintos, algunos estaban dispuestos a la actividad legal, otros pensando en el problema de la clandestinidad, unos temiendo la llegada del fascismo con Luis Echeverría y otros, pues, planteando el problema de que a lo mejor se podría organizar una suerte de participación electoral. El abanico era tremendo.