Plano general actual del sitio, elaborado por el Proyecto Yaxchilán (inah) del arqueólogo Roberto García Moll (2003, p. 32, fig. 6). Modificado para delimitar el Sector D que Maler denominó La Acrópolis que corona la cadena montañosa desde el Templo de Ketsakoatl sin cabeza hasta los tres lejanos templos del sur.

SECTOR D: LA ACRÓPOLIS QUE CORONA LA CADENA MONTAÑOSA DESDE EL TEMPLO DE KETSALKOATL SIN CABEZA HASTA LOS TRES LEJANOS TEMPLOS DEL SUR

Lo que Maler denominó como la Acrópolis Mayor se refiere a la parte superior de la colina más alta, de entre las que se dispone el emplazamiento urbano de Yaxchilán, la cual se levanta a más de 100 metros desde el nivel del Terraplén Curvo o la Gran Plaza; en esta área se localizan las Estructuras 33, 34, 35, 36, 37, 38, 39, 40 y 41, ubicadas sobre diversos terraceados conectados entre sí por escalinatas.

Actualmente, esta área es conocida como la Gran Acrópolis, y entre 1975 y 1985 el Proyecto Yaxchilán llevó a cabo trabajos de exploración y consolidación en los Edificios 33, 39, 40 y 41, durante los cuales se hallaron entierros, ofrendas, subestructuras y diversos monumentos.

La Estructura 33 destaca entre los edificios de Yaxchilán no sólo por su estado de conservación, sino también por sus dimensiones, ornamentación y visibilidad, enmarcando la parte alta de una colina, a la que se accede a través de una escalinata monumental que da inicio al sur del Terraplén Curvo o Gran Plaza. Teobert Maler denominó a esta construcción como el Templo de Ketsalkoatl, debido a una escultura antropomorfa hallada al interior, la que a su parecer representaba al dios Quetzalcóatl.

En su descripción de la Estructura 33 y sus monumentos, Maler destacó el friso del edificio con nichos ornamentados y restos de figuras, además de la conservada crestería en la que advirtió la presencia de una enorme escultura de mampostería sentada en un trono. Asimismo, resaltó las escenas grabadas en los dinteles de los tres accesos a la construcción, en las cuales identificó restos de pintura azul, roja y verde, que comparó en hechura y valor artístico con las de Asiria y Egipto. Los dinteles 1, 2 y 3, para este estudioso, representaban a sacerdotes y personajes de rango en diversas acciones sosteniendo objetos ceremoniales.

En décadas recientes, el Edificio 33 ha sido objeto de diversos trabajos arqueológicos por parte del inah; entre 1975 y 1985 fue explorado y consolidado por el Proyecto Yaxchilán, dirigido por el arqueólogo Roberto García Moll, siendo durante estas excavaciones que se reportó el hallazgo no sólo de una escalinata jeroglífica asociada al monumento, sino también de ofrendas y depósitos funerarios, uno de ellos al interior de una cámara mortuoria acompañado de un rico ajuar compuesto por diversos objetos de obsidiana, piedra verde, hueso y cerámica.

En la actualidad, los estudios epigráficos han permitido determinar que la escultura de bulto representa a Yaxuun B’ahlam IV o Pájaro Jaguar IV, quien fue uno de los gobernantes más importantes de Yaxchilán, mientras que los dinteles refieren a diversos pasajes de su gobierno, que se desarrolló entre 752 y 768 d.C. Por otra parte, las investigaciones también señalan que en la escalinata jeroglífica se hace referencia al linaje de este personaje y a sus principales subordinados políticos. Todo lo anterior ha llevado a considerar al Edificio 33 como un monumento conmemorativo erigido para ensalzar la figura de Yaxuun B’ahlam IV.


Teniendo como referencia a la Estructura 33, Teobert Maler se refería a la ubicación de los Edificios 34 y 36 del siguiente modo:

… Después de descender por la parte posterior del templo se llega primero a una terraza de alrededor de 5 m de alto, y después a otra de aproximadamente 7 m, con una angosta meseta transversal. Después de cruzarlas se llega a una larga escalinata que lleva a una gran terraza, unos 8 m más arriba que la meseta transversal […] A esta terraza la llamaremos de las Pirámides Sepulcrales. Su lado sur se une con la estructura 34, cuya fachada ve hacia el norte; su lado izquierdo colinda con la Pirámide Sepulcral 35, con su escalinata (el frente) que da casi exactamente al norte magnético, mientras que el centro de la terraza está ocupado por la Pirámide Sepulcral 36 y su escalinata (también el frente) que ve hacia el este [Maler, 1986: 124].


Asociados a los Edificios 34 y 36, Maler encontró tres monumentos labrados; en el primer caso, recuperó de entre los escombros la mitad de un dintel esculpido al que designó con el número 4; en la escena interpretó la representación de un personaje de rango, de pie, que presentaba un regalo a un sacerdote oficiante que sostiene un cuchillo de sacrificios y porta un tocado de tigre con penacho. Cabe mencionar que, al parecer de este explorador, la representación es muy parecida a la del dintel 26 de la Estructura 23. Por otra parte, a la Estructura 36, la que por sus características consideraba como una pirámide sepulcral, halló asociados diversos monumentos, entre ellos, un altar circular con glifos (Altar 3) y una estela labrada (Estela 9), en la que reconoció al dios benéfico portando un manto de plumas y una capa de escamas, sosteniendo el cuerno de la abundancia.

Actualmente, ambas estructuras siguen sin ser exploradas, no obstante, los monumentos que reportó Maler, que posteriormente fueron retomados por otros investigadores, han sido objeto de estudios epigráficos, los que han determinado que el dintel 4 tiene la representación del gobernante Itzamnaah Kokaaj B’ahlam II, quien aparentemente se preparaba para la guerra; en tanto que la Estela 9 muestra al hijo del anterior, el gobernante Yaxuun B’ahlam IV ataviado con una capa de plumas sosteniendo una banda de tela, en un acontecimiento registrado en el año 758 d.C.; y finalmente, el Altar 3 registra una fecha en el año 752 d.C.


La Estructura 39, también llamada por Teobert Maler como Templo Sur I, se ubica en la cima de la colina en la que se dispone la Acrópolis Mayor, siendo entre la tríada de edificios (39, 40 y 41) el que se ubica más al norte y con su fachada frontal orientada hacia las Estructuras 37 y 38.

La admiración que este edificio causó en Maler se puede apreciar en sus propias palabras al referir que: “Sus hermosas proporciones, los dinteles escalonados de las puertas, el friso bien conservado y los restos de la crestería se combinan para dar una impresión pintoresca y agradable”. En su descripción, este explorador señaló la presencia de tres vanos de acceso, restos de crestería y una cornisa con numerosas piedras salientes, lo que le sugerían que el edificio estuvo profusamente decorado.

Sobre los monumentos asociados al Edificio 39, Maler reportó la presencia de uno circular con glifos (Altar 4) al interior de la crujía, el cual fue interpretado como una piedra de sacrificios; adicionalmente, mencionó un par de altares circulares con inscripciones de los cuales no hizo mayor registro, pero le sirvieron de referencia para hallar la Estela 10 que se encontraba caída y cubierta por la vegetación. Este monumento se halló fragmentado en dos partes y esculpido en sus dos caras, que Maler dividió, como era su costumbre, en el lado divino y el lado humano. En el primer caso, que era la cara que daba hacia el templo, sólo se conservó en buen estado el fragmento superior donde identificó una máscara-cara con volutas acompañada de dos óvalos que contienen a dos personajes sentados, un hombre y una mujer, respectivamente; mientras que la cara opuesta, el lado humano, en contraste, conservó en buen estado el fragmento inferior, en el que este explorador interpretó una escena presidida por un guerrero de alto rango con lanza, acompañado de otros personajes, entre ellos, otro guerrero con lanza.

En 1980 comenzó la exploración y consolidación del Edificio 39 por parte del Proyecto Yaxchilán, dirigido por el arqueólogo Roberto García Moll, siendo durante estos trabajos que además de definir las características arquitectónicas se identificaron dos momentos constructivos en la estructura. Por otra parte, los estudios epigráficos de los monumentos han señalado que el Altar 4 registra una fecha en 752 d.C., año en el que asciende al trono el gobernante Yaxuun B’ahlam IV; mientras que la Estela 10 presenta una fecha en 766 d.C., y en la escena se muestra al mencionado monarca acompañado por dos guerreros y un prisionero arrodillado llamado Chanek’, el cual tiene una mano sobre su hombro en gesto de sumisión.


La Estructura 40, que Teobert Maler denominó el Templo Sur II o Templo Central, se ubica en la parte más alta de la colina en la que se dispone el conjunto conocido como la Acrópolis Mayor, ocupando la parte central de la tríada de edificios (39, 40 y 41), con su fachada frontal orientada hacia el área del Edificio 20.

El edificio comprende un basamento con dos cuerpos coronado por un templo y en su descripción Maler mencionaba que: “Desde la terraza inferior, la vista del templo con su friso decorativo, coronado por la crestería calada, con el magnífico pilar de la deidad al fondo, es de lo más agradable. La fachada principal ve casi exactamente al noreste magnético”. Además, llamaba la atención en que: “Sobre la entrada central en un nicho, hay una figura sentada modelada en estuco de la que sólo queda el cuerpo de la piedra. Cada lado del nicho tiene unos ornamentos cruciformes particulares, que también se ven en el centro de las superficies restantes del friso”. Asimismo, al describir el interior del templo, observó que, a juzgar por los restos de pintura mural, éste debió estar totalmente decorado con un “diseño compuesto de hojas, volutas y flores, entrelazados aquí y allá con las formas de seres humanos y animales. Entre los colores hay rojo oscuro, rojo claro, azul oscuro, azul claro, amarillo, también café oscuro, blanco, verde, etc.” (Maler, 1986: 132-133).

Al referirse a los monumentos asociados, Maler señalaba que en el primer cuerpo localizó tres estelas: una aún in situ (Estela 11), mientras que las otras dos fueron recuperadas de entre los escombros (Estelas 13 y 14) y una más fragmentada al interior del templo (Estela 12); además de tres altares con inscripciones (Altares 13, 14 y 15), a uno de los cuales identificaba como una piedra de sacrificios. Sobre la Estela 11, la de mayores proporciones, este explorador refería que, el lado humano, es decir, el orientado hacia el río, mostraba a dos jefes guerreros portando carcajes, arcos y flechas, en tanto que el lado opuesto, el divino, mostraba a un sacerdote adivino cubierto con una máscara de un dios e interactuando con una multitud de gente representada simbólicamente por tres hombres arrodillados. Por otra parte, en la Estela 13 la erosión sólo le permitió reconocer una figura de perfil en el lado divino, mientras que en el opuesto identificó a un personaje de perfil sosteniendo un bastón con la mano derecha. Finalmente, en las Estelas 12 y 14 indicó la presencia de inscripciones glíficas talladas, y en el caso específico de la segunda, por la erosión apenas distinguió una figura en relieve en cada cara, no obstante, cabe mencionar que él concebía la posibilidad de que dichas estelas fueran partes de un mismo monumento.

Lo que hoy se sabe

Posteriormente, en 1931, Sylvanus G. Morley demostró que en realidad los fragmentos de las Estelas 12 y 14 formaban un único monumento, por lo que en adelante sólo se denominó Estela 12 a todo el conjunto. En ese año, Karl Ruppert, al retirar el escombro del interior del templo, halló los restos de nueve pequeñas figuras antropomorfas sentadas y modeladas en estuco sobre una banqueta, las cuales Morley interpretó como los Nueve Señores de la Noche o los Bolon-ti-ku del Chilam Balam de Chumayel. No obstante, fue hasta 1980 que el Edificio 40 fue explorado y consolidado por parte del Proyecto Yaxchilán, dirigido por el arqueólogo Roberto García Moll, quien reportó que aún se conservaban los restos de la decoración pintada al interior del templo que había referido Maler y una parte de los personajes en estuco descritos por Morley.

Por otra parte, los estudios epigráficos más recientes de los monumentos han señalado que entre las inscripciones erosionadas de los altares sólo es legible en el Altar 14 una fecha en 752 d.C., y en lo que concierne a las estelas: en la Estela 11 se registran diversas fechas entre 741 y 752 d.C., y en la cara orientada hacia el río se muestra una escena en la que el gobernante Itzamnaah Kokaaj B’ahlam II otorga el poder a su hijo y sucesor, Yaxuun B’ahlam IV, mientras que en la cara opuesta, se observa al gobernante Yaxuun B’ahlam IV con la máscara de la deidad Chac-Xib-Chac, de pie frente a tres prisioneros arrodillados, en tanto que sus padres, ya fallecidos, se muestran en el recuadro superior. Por su parte, en la Estela 12 se registran fechas en los años 742 y 752 d.C., que corresponden respectivamente al fallecimiento del gobernante Itzamnaah Kokaaj B’ahlam II y al ascenso al poder de Yaxuun B’ahlam IV; finalmente, se ha propuesto que en la Estela 13 el personaje que aparece representado es Itzamnaah Kokaaj B’ahlam II.


La Estructura 41, que Teobert Maler también denominó como el Templo Sur III, se ubica en la parte de más alta de la colina en la que se dispone el conjunto conocido como la Acrópolis Mayor, siendo dentro de la tríada de edificios (39, 40 y 41) el que se encuentra en el extremo sur, con su fachada frontal orientada hacia el área del Edificio 20.

En la percepción de Maler, esta construcción está constituida por un basamento coronado por un templo con tres accesos entre la tríada referida: “es el más viejo, y por lo tanto el más destruido. Este no fue seguro, incluso en tiempos mayas, como se puede inferir por los dispositivos para reforzar sus cimientos en fecha posterior a la de su construcción…”, pues ciertamente, “se habían incluido numerosos refuerzos en la cámara central. Las entradas se habían angostado tanto por la añadidura de soportes que la abertura actual es de sólo 50 cm de ancho…” Sobre la decoración, este explorador halló en la fachada restos de glifos y mascarones hechos en estuco, estos últimos similares a los de la Estructura 6.

Asociados al Edificio 41, Maler halló cinco estelas (Estelas 15, 16, 18, 19 y 20), concibiendo incluso la posibilidad de que hubiese una más, a la que reservó el número 17; diversos altares con inscripciones erosionadas; dos urnas de piedra; y una columna de estalactita. De entre estos monumentos, centró su atención en las estelas, las cuales describió e interpretó de la siguiente manera: la Estela 15, reconociendo a un guerrero de perfil que sostiene una lanza con la mano izquierda, mientras que con la derecha toma del cabello a un cautivo; en la Estela 16 sólo pudo identificar la escena del lado humano, pues el opuesto estaba muy erosionado, y la refirió como una representación de un halachvinic ricamente ataviado que en su mano derecha porta un carcaj con flechas y arco; en la Estela 18 encontró erosionado el lado divino, en contraste con el lado humano, en el que describió a un guerrero sosteniendo una lanza en su mano derecha y una bolsa ornamental en la izquierda, mientras que a su lado se encuentra un prisionero con los brazos atados a la espalda en actitud suplicante; en la fragmentada Estela 19 encontró el lado divino sumamente erosionado, por lo que sólo pudo describir con amplitud el lado humano, donde refirió un guerrero de perfil sosteniendo con ambas manos una lanza y a su lado, un cautivo arrodillado con los brazos atados en actitud suplicante; y finalmente en la Estela 20, en el lado divino reconoció al dios benéfico con el cofre de la buena fortuna frente a él y a un suplicante pidiendo beneficios, en tanto que en el lado humano, refirió a un guerrero sosteniendo una gran lanza con su mano derecha y una bolsa ornamental en la izquierda, acompañado de un hombre de rodillas con los brazos cruzados y cubierto por un manto de piel de tigre.

Lo que hoy se sabe

En 1980, la Estructura 41 fue explorada y consolidada por parte del Proyecto Yaxchilán, dirigido por el arqueólogo Roberto García Moll, siendo durante estos trabajos que se localizaron tres escalones labrados (Escalinata Jeroglífica 4), en uno de los cuales se registra el final de periodo en 751 d.C., celebrado por el gobernante Yaxuun B’ahlam IV. Por otra parte, los estudios epigráficos de los estelas indican en éstas al gobernante Itzamnaah Kokaaj B’ahlam II llevando a cabo diversas acciones: en la Estela 15 se le muestra tomando a un cautivo llamado Ah Ahaual por el cabello, acontecimiento fechado en 681 d.C.; en la Estela 16 sujeta un estandarte, en una fecha incierta que podría ser 735 o bien, 741 d.C.; en la Estela 18 se le muestra en dos escenas, en una en un acto de dispersión y en otra capturando al gobernante de Lancahá en 677 d.C.; en la Estela 19 se representa la misma captura de la Estela 15 aunque con un día de diferencia; y finalmente, en la Estela 20 se le ve parado frente a su cautivo, Ah Kan Cross, aparentemente en 701 d.C.