Plano general actual del sitio, elaborado por el Proyecto Yaxchilán del arqueólogo Roberto García Moll (2003, p. 32, fig. 6). Modificado para delimitar el Sector A que Maler denominó El terraplén curvo y los edificios en las terrazas de la ladera noroeste de la cadena montañosa adyacente.

SECTOR A: EL TERRAPLÉN CURVO Y LOS EDIFICIOS EN LAS TERRAZAS DE LA LADERA NOROESTE DE LA CADENA MONTAÑOSA ADYACENTE

En su descripción, Maler señaló que las construcciones que conforman Yaxchilán se distribuyen a lo largo y ancho de diferentes terraplenes o terrazas, las cuales comienzan en las proximidades del río y que a intervalos se van sucediendo una tras otra hasta alcanzar las laderas de las colinas próximas, y en ocasiones, incluso su cima, como es el caso de la Acrópolis mayor y la Acrópolis menor; al respecto, él apuntaba que:

El primer terraplén se eleva aproximadamente 13 m sobre el lecho rocoso del río y puede llegarse al segundo ―el terraplén monumental curvo― subiendo cinco o seis metros más. El terraplén curvo consiste en explanadas muy extensas, que se rellenaron con piedras donde fue necesario y sus estructuras monumentales se encuentran, en parte, a lo largo de la orilla externa y, parcialmente, en ángulo recto con respecto a esta última (Maler, 1986: 68).

El terraplén monumental curvo en la actualidad se conoce como la Gran Plaza y es en esta área donde se ubican la mayoría de los edificios de Yaxchilán, de los cuales Maler identificó las Estructuras 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18 y 19, siendo en este espacio donde también se ubican las Estelas 1 y 3.

Estudios posteriores determinaron que el espacio que comprende el Terraplén curvo monumental o Gran Plaza se extiende más allá de lo que inicialmente reportó Maler, pues dirigiéndose hacia el extremo sureste se ubican los Edificios 53, 54, 55, 56, 57, 58, 59, 60, 61, 62, 63, 64, 65, 66, 67, 68, 69 y 70, entre los que se encuentran dinteles y estelas asociados.

La Estructura 1 se encuentra sobre la ladera de una colina aledaña al Terraplén Curvo o Gran Plaza; Teobert Maler también denominó a esta construcción como el Templo de los cuatro dinteles esculpidos debido a las representaciones en sus monumentos, los cuales se asocian a cuatro de los seis accesos con los que cuenta la estructura.

Al momento de su hallazgo, Maler lo encontró totalmente en ruinas, aunque la consideró una construcción importante debido a su tamaño, por lo que decidió hacer no sólo el dibujo de su planta arquitectónica, sino también la descripción de sus monumentos, donde a su parecer, los dinteles 5, 6 y 7 representaban escenas donde interactúan sacerdotes y personajes de alto rango, mientras que en el dintel 8 se muestran a dos guerreros sosteniendo cautivos.

En la actualidad, la Estructura 1 aún no ha sido objeto de alguna intervención arqueológica, no obstante, se han hecho estudios epigráficos de los dinteles, en los que se ha determinado que las escenas de los monumentos tienen como protagonista a uno de los gobernantes más importantes de Yaxchilán, Yaxuun B’ahlam IV (quien reinó entre 752 y 768 d.C.); en los dinteles 5, 6 y 7 se le ve en distintas ceremonias acompañado de sus esposas y su baah sajal o noble principal K’antok Wahyib’; en tanto que en el dintel 8 se le muestra en una escena guerrera, junto a su mencionado sajal, capturando a mandatarios enemigos, uno de ellos llamado Cráneo Enjoyado.


Las Estructuras 2 y 3 se localizan al pie de la colina sobre la que se encuentra la Estructura 1; se trata de dos pequeñas construcciones que Teobert Maler encontró totalmente en ruinas, no obstante, entre los escombros recuperó un par de monumentos labrados asociados a cada una de ellas; se trata de los dinteles 9 y 10.

El dintel 9 se halló asociado al acceso de la Estructura 2 y durante su excavación Maler encontró pedazos de estuco rojo y dos fragmentos de esculturas ornamentadas que le indicaron cómo pudo haber lucido la fachada del edificio. Dicho estudioso consideró a la escena en el dintel “como la más delicada de todas las que encontré en Yaxchilán”, y en su perspectiva la representación mostraba al halachvuinic o gobernante ricamente ataviado, acompañado de un jefe subordinado, ambos intercambiándose carcajes o aljabas que contenían arcos y flechas. Al respecto, es interesante apuntar que Maler creía que el gobernante mostrado en el monumento podría estar sepultado en la Estructura 2.

Por otra parte, el dintel 10, que no tiene escenas y sólo presenta una extensa inscripción glífica, fue excavado en la Estructura 3, la cual Maler consideraba que pudo haber estado techada con material perecedero debido a la reducida cantidad de escombros.

En la actualidad, ninguna de las dos estructuras ha sido intervenida arqueológicamente, sin embargo, sus monumentos se han analizado en diversos estudios epigráficos, los cuales indican que en el dintel 9 se conmemora una danza ritual que protagonizaron el gobernante Yaxuun B’ahlam IV (que reinó entre 752 y 768 d.C.) y un señor subordinado, Chak Joloom. En el caso del dintel 10, los estudiosos lo han destacado no sólo por su burda ejecución, sino también porque es el último monumento conocido que fue erigido en el sitio, en el cual se registra el año 808 d.C. y se menciona la victoria del gobernante Mahk’ina-Cráneo III o K’inich Tatb’u Cráneo III de Yaxchilán, sobre el regente del reino rival de Piedras Negras.


La Estructura 6 se ubica en la parte norte del Terraplén Curvo o Gran Plaza, en la ribera del río Usumacinta. Teobert Maler también denominó a esta construcción como El Templo Rojo de la Ribera o Templo de la Ribera, e hizo dibujos arquitectónicos de su planta y corte, además de una detallada descripción de sus características, donde destacó no sólo la decoración en estuco del friso de las fachadas, que a su parecer representaban cabezas serpientes, sino también los restos de pintura roja en todo el exterior del edificio, lo que le llevó a expresar que: “Fácilmente puede imaginarse el fantástico espectáculo que debió ofrecer este templo rojo brillante con su ventilada superestructura, durante el periodo de mayor florecimiento de la ciudad, bajo los rayos del sol tropical, mientras que en las fiestas nocturnas numerosas teas e incensarios lanzaban su luz al exterior de las ventanas superiores”.

En la década de 1970 se llevó a cabo la exploración arqueológica del Edificio 6 por parte del Proyecto Yaxchilán del inah, bajo la dirección de Roberto García Moll, y fue durante estos trabajos que se localizó un trono con inscripciones, las que según los estudios epigráficos refieren al gobernante Yaxuun B’ahlam III.

Los análisis arquitectónicos de la estructura la han fechado en la segunda mitad de los años 600 d.C., destacándose entre sus características principales los dinteles de madera que debieron cerrar los vanos de los accesos, los cuales desaparecieron a causa de las condiciones climáticas; también un rasgo distintivo es la presencia de mascarones de deidades solares en los frisos de las fachadas frontal y posterior. Debido a su ubicación y a la orientación de los accesos de este Edificio 6, que se disponen tanto al río como a la plaza, como sucede también en el aledaño Edificio 7, García Moll postuló a este espacio como el punto de acceso a la Gran Plaza desde el río Usumacinta.


La Estructura 10 se localiza sobre un basamento que comparte con otras construcciones, en la parte norte del Terraplén Curvo o Gran Plaza, en la ribera del río Usumacinta. Debido a sus características arquitectónicas y sus monumentos asociados, Teobert Maler lo llamó también El Palacio de las Siete Cámaras y los Cinco Dinteles Esculpidos; esto último refiriendo a los dinteles 29, 30, 31, 32 y 33.

Maler no sólo hizo el dibujo detallado de la planta de la estructura con su característica forma de “L”, sino que también realizó su descripción señalando tres momentos constructivos atestiguados por adosamientos a la construcción primigenia, que en realidad corresponden a tres edificios distintos (Estructuras 10, 13 y 74), como lo demostraron los posteriores trabajos de exploración y consolidación que Roberto García Moll llevó a cabo en este conjunto de edificios a finales de la década de los setenta y principios de los ochenta.

En el conjunto que Maler designó como Estructura 10 identificó cinco dinteles labrados (dinteles 29, 30, 31, 32 y 33), asociados a los accesos del lado oeste que se orientan hacia la Gran Plaza. Los dinteles 29, 30 y 31, que sólo contienen inscripciones glíficas, fueron documentados a través de mediciones y registros tanto en dibujos como en fotografías, reportando en algún caso la presencia de restos de pintura roja. En lo concerniente a los dinteles 32 y 33 (que en la actualidad sabemos que pertenecen a una construcción diferente, el Edificio 13), Maler consideraba que el primero representaba a un gran sacerdote entregando un ídolo a una mujer de rango, quien porta una bolsa con objetos para el sacrificio; mientras que el segundo dintel mostraba a un guerrero de alto rango en perfil, sosteniendo un carcaj con arco y flechas.

En la actualidad, del conjunto de dinteles que Maler describió sólo los que corresponden a la Estructura 10 se encuentran en Yaxchilán, el resto (dinteles 32 y 33), que corresponden a la Estructura 13, fueron removidos del sitio en 1964 y en el presente se encuentran en el Museo Nacional de Antropología.

Los estudios más recientes sobre los monumentos indican que los dinteles 29, 30 y 31 dan cuenta de distintos acontecimientos en la vida del gobernante Yaxuun B’ahlam IV, como su nacimiento y entronización. Por su parte, el dintel 32 muestra al gobernante Itzamnaah Kokaaj B’ahlam II realizando un ritual de danza y sosteniendo un cetro con la imagen del dios K’awiil, acompañado de su esposa, la señora Uh Chan Le’m, quien sostiene un bulto ritual; y en el caso del dintel 33, también se conmemora un ritual de danza, en este caso protagonizado por Yaxuun B’ahlam IV, cinco años antes de su entronización.


Los dinteles 34, 35, 36 y 37 proceden de una pequeña estructura, la cual se ubica en la parte norte del Terraplén Curvo o Gran Plaza, en la ribera del río Usumacinta, y aledaña a las Estructuras 10 y 14, a la que Teobert Maler le asignó el número 12 y la denominó La estructura con los cuatro dinteles.

Dicha construcción no fue de mayor interés para este explorador a causa de su mala conservación, salvo por los monumentos mencionados, de los cuales halló incompleto el dintel 35, pues años antes, en 1882, su cara labrada fue aserrada y removida por Alfred P. Maudslay para llevarlo al Museo Británico, donde actualmente se encuentra.

Los dinteles restantes, que aún se encuentran en Yaxchilán, fueron descritos brevemente por Maler, sin ofrecer mayor interpretación al respecto, salvo la identificación de restos de pigmento rojo en el dintel 37 y el reconocimiento de la silueta de un personaje sosteniendo una imagen en el dintel 36.

Estudios recientes de este conjunto de dinteles han señalado que es muy probable que estos monumentos hayan sido reutilizados de una estructura anterior asociada al mandato del gobernante Kinich Tatbu Cráneo II o Mahk’ina Tah Cráneo II (quien reinó entre 526 y 537 d.C.), y que por lo menos los dinteles 35 y 37 se remonten al periodo Clásico Temprano (200-600 d. C.), no sólo por su estilo escultórico, sino también porque en el primero de ellos se registró una fecha del año 537 d.C., mientras que en el segundo, una del año 508 d.C.


Los dinteles 38, 39 y 40 pertenecen a la Estructura 16, que es una construcción que se encuentra en la parte noroeste del Terraplén Curvo o Gran Plaza, en la ribera del río Usumacinta. Al respecto, se debe referir que originalmente los monumentos se encontraban asociados a tres de los cuatro accesos frontales al edificio, sin embargo, Teobert Maler sólo encontró in situ el dintel 40, el resto los excavó y recuperó entre los escombros de la construcción.

Maler hizo la descripción de cada uno de los dinteles tomando en cuenta todas sus características observables, reportando incluso restos de color rojo sobre los glifos y en las escenas talladas; en los dinteles 38 y 49 reconoció a mujeres sosteniendo en sus brazos representaciones serpentiformes, mientras que en el dintel 39 identificó a un hombre de alto rango en el que se enrosca una serpiente bicéfala.

En 1981, el Edificio 16 fue intervenido arqueológicamente por parte del Proyecto Yaxchilán, bajo la dirección de Roberto García Moll; se exploró y consolidó, además de que se restituyeron los dinteles a su posición original en los accesos frontales de la estructura. Cabe mencionar que los estudios epigráficos contemporáneos indican que las escenas grabadas en los tres monumentos labrados representan rituales de invocación asociados a la deidad K’awiil y a distintas fechas entre 741 y 763 d.C., en los cuales los protagonistas son el gobernante Yaxuun B’ahlam IV (dintel 39) y sus dos esposas, la señora Waktuun de Ik’a (dintel 38) y la señora Mut B’ahlam de Hiixwitz (dintel 40).


La Estructura 19 se encuentra en el extremo noroeste del Terraplén Curvo o Gran Plaza y se dispone sobre una plataforma que se levanta a cuatro metros sobre el nivel de la plaza. La gran cantidad de pasajes interiores orientados en diversas direcciones y desniveles que existen al interior de la estructura le valieron el mote del Laberinto por parte de Teobert Maler, quien se alojó en esta estructura durante sus estancias en Yaxchilán, pues la construcción no sólo es amplia y de fácil acceso, sino que también cuenta con la presencia de amplias banquetas.

Una de las características de la construcción que más llamó la atención de este explorador fue la decoración del friso, donde reconoció hasta cinco altos nichos, que a su parecer habrían estado adornados profusamente con figuras. También señaló la presencia de dos monumentos cilíndricos labrados con imágenes y glifos, al frente de la estructura, sobre la plataforma en la que se encuentra erigida, los cuales consideró que habrían sido piedras sacrificiales.

La admiración que el Edificio 19 causó en este viajero se hace patente en la siguiente cita de su obra:

¿Cuál pudo haber sido el propósito de este extraordinario edificio? Las piedras sacrificatorias circulares frente a él indican cuando menos un carácter semirreligioso. El Laberinto de Yaxchilán siempre me recuerda la parte sur del palacio principal de Palenque, en gran parte debido a sus banquetas de piedra y a sus corredores interiores [Maler, 1986: 95].

Entre 1974 y 1984, el Edificio 19 fue explorado y consolidado por el Proyecto Yaxchilán, bajo la dirección del arqueólogo Roberto García Moll, lo que ha permitido un mejor entendimiento de las características arquitectónicas de tan compleja estructura, que aún no ha sido excavada en su totalidad. Por otra parte, los estudios epigráficos han señalado que los monumentos que Maler consideró como piedras sacrificiales, en realidad son altares, y el que se encuentra inscrito, actualmente denominado Altar 1, es uno de los tres monumentos del sitio que registran la muerte del gobernante Itzamnaaj B’ahlam II en 742 d.C.




La Estela 1 se ubica en el Terraplén Curvo o Gran Plaza, al centro del área delimitada por las Estructuras 8, 9 y 10. Teobert Maler encontró este monumento caído y fragmentado en tres partes, aunque por sus dimensiones estimó que podría haber alcanzado, al menos, 4.10 metros de altura, levantándose originalmente sobre una pequeña plataforma que encontró en ruinas, alrededor de la cual detectó la presencia de tres monumentos: dos altares y una alargada escultura que interpretó como un reptil.

Cabe mencionar que Maler creía que las estelas de Yaxchilán, labradas en sus dos caras, presentaban el siguiente patrón: el lado orientado hacia el río siempre mostraba personajes de alto rango, generalmente guerreros acompañados de sus cautivos, por lo cual lo denominaba como el lado humano; y en contraste, el lado opuesto, que se dirigía a los templos en las colinas, a su parecer, siempre representaba a una deidad, por lo que lo designó como el lado divino.

Al respecto, en el caso de la Estela 1, al hacer su descripción, este explorador reconoció en el lado humano un personaje de rango sosteniendo aparentemente una lanza y frente a él un mono o animal con hocico protuberante; mientras que en el lado divino observó una deidad benefactora dejando caer “el cordel de las alegrías” hacia un personaje de rango arrodillado que extiende sus manos para recibir los dones.

Más recientemente, en la última parte de la década de los setenta, el Proyecto Yaxchilán, bajo la dirección de Roberto García Moll, restituyó los fragmentos de la Estela 1, colocándola en su posición original, sobre una plataforma de dos cuerpos que fue explorada y consolidada. Los estudios epigráficos de las representaciones indican que en el monumento se registran dos fechas, una en el año 759 d.C. y otra en 760 d.C., siendo el protagonista de las escenas el gobernante Yaxuun B’ahlam IV o Pájaro Jaguar IV, quien en una de ellas, la mejor conservada [el lado divino, según Maler], se muestra llevando a cabo una ceremonia de dispersión, en la que sus padres lo miran desde lo alto.

Se debe apuntar también que en las inmediaciones de la Estela 1 se registró la presencia de los monumentos ya aludidos por Maler, además de otros adicionales. En total, se trata de dos esculturas, una de lagarto y otra de jaguar, así como de un grupo de tres altares cilíndricos; uno de ellos contiene una fecha en 739 d.C. (Altar 10), mientras que otro registra una fecha en 752 d.C., asociada al mencionado gobernante Yaxuun B’ahlam IV (Altar 11). Adicionalmente, unos metros más alejado, se encuentra el mal llamado Altar 16, que en realidad corresponde a los restos de un trono fragmentado.