Teobert Maler pasó los últimos años de su vida en condiciones precarias, habitando una casa
rentada en la ciudad de Mérida, Yucatán, hasta que la muerte lo alcanzó un 22 de noviembre del
año 1917. No obstante, quedó para la posteridad un vasto legado de información sobre varios
sitios del Área Maya, el cual se encuentra contenido en fotografías, planos y descripciones que
hasta la fecha siguen motivando una gran cantidad de estudios.
Sobre la región del Usumacinta, la documentación no sólo se limita a los sitios mayores, como
Piedras o Yaxchilán, sino también se ocupa de los menores, como: El Cayo, La Mar, El Chile o El
Chicozapote, que en años recientes han sido objeto de estudio de diversos proyectos
arqueológicos nacionales e internacionales, de tal manera que la información que en su momento
recabó Maler ha sido un referente valioso.
En lo concerniente a Yaxchilán, durante sus tres estadías, este estudioso generó abundante
documentación del área monumental del sitio, que incluye: descripciones de los edificios,
apuntes sobre el patrón de asentamiento, planos, fotografías y dibujos de los edificios y
monumentos; con lo que logró la monografía más completa y sistemática que se haya elaborado
acerca del sitio, incluso la nomenclatura que él estableció para los edificios y los monumentos
escultóricos fue seguida en los trabajos en el sitio durante décadas posteriores, que
encabezaron: Sylvanus G. Morley (1931), Ian Graham (en la década de 1970) y el Proyecto
Arqueológico Yaxchilán, bajo la dirección del arqueólogo Roberto García Moll (1973-1985).
Uno de los aspectos más valiosos de la investigación que Maler hizo de Yaxchilán se encuentra en
su atención a los detalles, pues sus descripciones de los edificios y monumentos incluyen
vívidos apuntes sobre los restos de su decoración pintada, aspectos que, en varios de los casos,
hoy en día ya no es posible apreciar. Asimismo, se debe destacar la minuciosa documentación
fotográfica de los monumentos, que ha permitido a los epigrafistas acercarse al estudio del
amplio corpus de inscripciones glíficas del sitio, pues algunas de ellas en la actualidad se
encuentran tan erosionadas que su lectura directa ya no es posible.
Como corolario, es importante tener en cuenta que la información que se recabó en Yaxchilán no
se restringe exclusivamente a lo contenido en la obra: Researches in the Central Portion of
the Usumatsintla Valley, sino que diversas imágenes, dibujos y notas se mantienen aún
inéditas en el Fondo Teobert Maler del Instituto Ibero-Americano de Berlín, por lo que en esta
exposición, auspiciada realizada por Memórica, se ha buscado dar a conocer parte de este
acervo no sólo para acercar al público en general a la arqueología de Yaxchilán y a la obra de
este ilustre investigador, sino también con la intención de que estos documentos despierten el
interés de los estudiosos y promuevan nuevas investigaciones que sigan perpetuando el legado del
gran personaje que fue Maler.