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Barroco

Para el siglo xvii el estilo manierista se agotaba, por ello el barroco se considera una reacción a través de propuestas cuyo giro consistió en alejarse aún más de las formas clásicas heredades del arte antiguo para dar lugar a piezas que mediante el diseño y los efectos visuales “dramatizaran” la pintura. En este sentido, se retrocede en cuanto a respetar fórmulas compositivas en pos de la simetría y la proporción y se inclina más en brindar una sensación de movimiento al que observa; por ello, las formas curvas pueblan las pinturas en trazos espirales que se hacen más evidentes en el contraste entre la luz y la sombra, conocida como la técnica del claroscuro, a fin de definir volúmenes y crear cierta tensión dramática.

El concepto

La palabra barroco tiene dos acepciones: por un lado, en francés significa “extravagante”, y en portugués hace referencia a las perlas de irregular forma. Como en otros casos, el término en un principio es adaptado al universo artístico desde una valoración peyorativa que en sus inicios lo consideraba un estilo “menor” por no encajar respecto al gran periodo renacentista y porque se consideraba de mal gusto debido a los excesos en los elementos decorativos.

Características

Dramatismo, teatralidad y exuberancia están presentes en las obras barrocas. En cuanto a los temas del cuadro destaca el conflicto y la presencia importante de alegorías, es decir, representaciones humanas de algunos conceptos. Busca la sensación de movimiento físico, e incluso emocional evidenciado por sus trazos exagerados en cada detalle que devienen en formas de espiral con colores vivos que acentúan dicha ilusión de movimiento. En el barroco cobra fuerza el género del bodegón y resulta interesante el aumento de piezas de caballete respecto a la amplia producción de frescos murales del Renacimiento.

Barroco

Para el siglo xvii el estilo manierista se agotaba, por ello el barroco se considera una reacción a través de propuestas cuyo giro consistió en alejarse aún más de las formas clásicas heredades del arte antiguo para dar lugar a piezas que mediante el diseño y los efectos visuales “dramatizaran” la pintura. En este sentido, se retrocede en cuanto a respetar fórmulas compositivas en pos de la simetría y la proporción y se inclina más en brindar una sensación de movimiento al que observa; por ello, las formas curvas pueblan las pinturas en trazos espirales que se hacen más evidentes en el contraste entre la luz y la sombra, conocida como la técnica del claroscuro, a fin de definir volúmenes y crear cierta tensión dramática.

El concepto

La palabra barroco tiene dos acepciones: por un lado, en francés significa “extravagante”, y en portugués hace referencia a las perlas de irregular forma. Como en otros casos, el término en un principio es adaptado al universo artístico desde una valoración peyorativa que en sus inicios lo consideraba un estilo “menor” por no encajar respecto al gran periodo renacentista y porque se consideraba de mal gusto debido a los excesos en los elementos decorativos.

Características

Dramatismo, teatralidad y exuberancia están presentes en las obras barrocas. En cuanto a los temas del cuadro destaca el conflicto y la presencia importante de alegorías, es decir, representaciones humanas de algunos conceptos. Busca la sensación de movimiento físico, e incluso emocional evidenciado por sus trazos exagerados en cada detalle que devienen en formas de espiral con colores vivos que acentúan dicha ilusión de movimiento. En el barroco cobra fuerza el género del bodegón y resulta interesante el aumento de piezas de caballete respecto a la amplia producción de frescos murales del Renacimiento.