Manierismo

El manierismo es un estilo pictórico de transición que suele ubicarse entre el naturalista del Renacimiento y el barroco teatral, y que se caracteriza por la sofisticación del dibujo, mismo que se va complicando y elevando en su nivel de ejecución. En este sentido, destaca la demostración del virtuosismo y destreza del artista creador; a menudo incluso las poses de los modelos devienen complicadas y observamos cómo la figura se va estilizando y toma formas caprichosas en pos de alcanzar cierta gracia y elegancia. Los colores también se transforman y viran a tonos brillantes y justo por esta artificiosidad ha sido tachado de “poco natural”.

El concepto

Manierismo refiere a la “maniera”, es decir, al estilo propio y al virtuosismo del artista. Como suele suceder con la adjetivación del arte, surgió como crítica peyorativa a las piezas que se alejaban de los valores clásicos del Renacimiento y como sinónimo de decadencia ,y por lo mismo, como arte menor respecto al de los grandes maestros como Miguel Ángel.

Características

La figura humana adopta posturas poco convencionales, rechaza el clasicismo a través de obras sin armonía o desequilibradas, como si los modelos hubieran sido sorprendidos en pleno movimiento. En este estilo la inclinación por las composiciones es inestable y asimétrica; además, diversifica la variedad de temas pues deja atrás la representación visual de lo heroico.