Para estos años, la sociedad recibió con frialdad la noticia del triunfo del oaxaqueño pues, a excepción de un pequeño grupo privilegiado, en general se oponía a la perpetuidad de Díaz en la presidencia. De esta manera, comenzaron a crearse organizaciones opositoras como el Club de Obreros Antirreeleccionista y otros con objetivos similares: difundir la necesidad de un cambio en el gobierno. Uno de los grupos más activos en esta época fueron los estudiantes, que el 15 de mayo de 1892 llevaron a cabo una protesta pública contra la tercera reelección. Las escuelas nacionales superiores se encontraban divididas en reeleccionista y antirreeleccionista, y fueron los segundos quienes organizaron, ese mismo día, la manifestación que poco a poco fue reuniendo a más personas hasta llegar a la cifra de cuatro mil. En el evento se pronunciaron discursos, se leyeron poesías y no sólo los estudiantes tomaron la palabra, gente común también lo hizo para expresar su descontento. Entre las personas que estuvieron en dicho evento se encontraban los hermanos Flores Magón, Ricardo, Enrique y Jesús quienes animaron al pueblo a oponerse al continuismo. Ricardo acababa de ingresar a la Escuela Nacional de Jurisprudencia, donde también estudiaba Jesús. Como integrantes de esta protesta, fueron detenidos por la policía y enviados a la cárcel de Belén. Esta sería la primera de varias estancias en prisión que serían determinantes en la vida de este destacado personaje.