La tierra es el espacio de cultivo donde los frutos nacen, crecen y dan alimento al pueblo. En la tierra nacen el maíz y el henequén; aunque las lluvias en Yucatán son escasas, el calendario es preciso y el cultivo es necesario. Del maíz el indígena hace pan, conoce sus propiedades; de la tierra nace el henequén cuya transformación en los ingenios, junto al algodón, hace de su cosecha y recolección trabajos inhumanos. La planta que sirvió de grillete al español fue el henequén; de este agave las máquinas trituradoras de la planta se convirtieron en enormes ingenios de explotación donde transcurría la vida para alcanzar muy pronto la muerte.
“Canek dijo: Los blancos hicieron que estas tierras fueran extranjeras para el indio; hicieron que el indio comprara con su sangre el viento que respira. Por esto va el indio, por los caminos que no tienen fin, seguro de que la meta, la única meta posible, la que la libra y le permite encontrar la huella perdida, está donde está la muerte” (p. 35).
Cosmogonía maya IPanel central, 1971.Fernando Castro Pacheco.