Fray Juan de Zumárraga, un franciscano nacido en Vizcaya, fue obispo de México durante 20 años (1528-1548), fundador de su catedral y de su cabildo, así como del Hospital del Amor de Dios. Su labor inquisitorial, aunque estaba sometida al Consejo de la Suprema Inquisición en España, debió contribuir a fortalecer su autoridad, que le disputaban tanto conquistadores como frailes y miembros de su propio cabildo.
Hace años el historiador Marcel Bataillon demostró que Zumárraga leía a Erasmo de Rotterdam, un autor que se acercaba a la Reforma y que fue parcialmente prohibido en el mundo católico. Richard E. Greenleaf escribió que Zumárraga era “un pensador segmentado”. Leía a Erasmo y a otros autores humanistas, pero mantenía la ortodoxia de Santo Tomás de Aquino. Como inquisidor puso particular énfasis en los casos de idolatría y hechicería.