Durante el siglo xx, en México y otras
naciones de América Latina se organizaron las primeras ferias del libro de la región con
el fin de reunir a editores, autores, distribuidores, bibliotecarios y lectores. En
noviembre de 1924 se llevó a cabo la primera feria de México, la Feria del Libro y las
Artes Gráficas, en el Palacio de Minería, una iniciativa de José Vasconcelos, entonces
secretario de Educación. Con este evento comenzaron a organizarse ferias del libro
formales en nuestro país. Actualmente, se realizan más de un centenar al año.
Las ferias suelen clasificarse en tres grupos: internacionales, nacionales y
especializadas. Algunas de las más representativas de México, considerando esta
clasificación, son: del primer grupo, la Feria Internacional del Libro del Palacio de
Minería (desde 1980), la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (filij) (1981) y la Feria Internacional del
Libro de Guadalajara (1987); dentro de las nacionales, la Feria Nacional del Libro
(fenali) de la Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla (1987) y la Feria del Libro y la Rosa de la unam (2009); y, finalmente, especializadas
como la Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (filah) (1989) y la Index Art Book Fair
(2014).
Además, las bibliotecas, librerías, casas de cultura y salas especializadas, denominadas
espacios de lectura en el México del siglo xxi, son consideradas parte del abanico de
opciones donde las y los lectores confluyen para buscar, consultar, leer y discutir
diversas publicaciones.
Si bien durante el siglo xx el espacio
tradicional de lectura era la biblioteca, con el pasar de los años la alfabetización de
un número mayor de personas y la reconfiguración del sistema cultural mexicano ampliaron
los escenarios para la práctica lectora, acompañada de exposiciones de arte, actividades
culturales y formativas, proyecciones de películas e, incluso, un rico café.
Durante el siglo xx, en México y otras
naciones de América Latina se organizaron las primeras ferias del libro de la región con el
fin de reunir a editores, autores, distribuidores, bibliotecarios y lectores. En noviembre
de 1924 se llevó a cabo la primera feria de México, la Feria del Libro y las Artes Gráficas,
en el Palacio de Minería, una iniciativa de José Vasconcelos, entonces secretario de
Educación. Con este evento comenzaron a organizarse ferias del libro formales en nuestro
país. Actualmente, se realizan más de un centenar al año.
Las ferias suelen clasificarse en tres grupos: internacionales, nacionales y especializadas.
Algunas de las más representativas de México, considerando esta clasificación, son: del
primer grupo, la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (desde 1980), la Feria
Internacional del Libro Infantil y Juvenil (filij) (1981) y la Feria Internacional del
Libro de Guadalajara (1987); dentro de las nacionales, la Feria Nacional del Libro (fenali) de la Benemérita Universidad Autónoma
de Puebla (1987) y la Feria del Libro y la Rosa de la unam (2009); y, finalmente, especializadas como
la Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (filah) (1989) y la Index Art Book Fair
(2014).
Además, las bibliotecas, librerías, casas de cultura y salas especializadas, denominadas
espacios de lectura en el México del siglo xxi, son consideradas parte del abanico de
opciones donde las y los lectores confluyen para buscar, consultar, leer y discutir diversas
publicaciones.
Si bien durante el siglo xx el espacio
tradicional de lectura era la biblioteca, con el pasar de los años la alfabetización de un
número mayor de personas y la reconfiguración del sistema cultural mexicano ampliaron los
escenarios para la práctica lectora, acompañada de exposiciones de arte, actividades
culturales y formativas, proyecciones de películas e, incluso, un rico café.