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Expediciones científicas en la Nueva España
Expediciones científicas en la Nueva España
Angélica Morales Sarabia y María Eugenia Constantino Ortiz
CEIICH-UNAM y Universidad del Valle de México

Expediciones científicas en la Nueva España, siglos xvi-xviii

El origen de la palabra “expedición” tiene sus raíces en las empresas militares que sostuvieron acciones de ocupación y defensa en países lejanos. Con el paso del tiempo, las actividades de carácter político-militar se diversificaron, como también sus objetivos e intereses. En el siglo xvi, justo al comienzo de la conquista de los nuevos territorios que se encontraban más allá de los bordes del Atlántico, se sumó otro propósito a las expediciones: el de organizar todo aquello que se iba descubriendo ante la mirada de los conquistadores. Para lograrlo, la Corona española contrató a grupos pequeños de sabios que tenían conocimientos en medicina, cartografía e historia natural. Ellos establecían con precisión el valor comercial de lo encontrado. Por esta razón, debemos ubicar a estas expediciones científicas en el contexto de la primera globalización ibérica. 

Las expediciones científicas se llevaron a cabo por tierra y por mar dejando un cúmulo de documentos, entre otros: instrucciones, cartas, informes, historias generales, memoriales, historias naturales, mapas, catálogos, colecciones, diarios de viaje y dibujos. Algunos fueron elaborados por los financiadores de dichas empresas, como la Casa de la Contratación o el Consejo de Indias; otros, por el contrario, fueron hechos por los sujetos que estuvieron involucrados en las tareas de exploración, como capitanes, soldados, naturalistas, médicos y religiosos.

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Los documentos que produjeron los expedicionarios cambiaban según las necesidades de la época. Cada uno de ellos tiene una materialidad y una historia debido a que se elaboraron para cumplir funciones específicas durante o después de la expedición. Actualmente, estos documentos no siempre los encontramos reunidos en el mismo lugar. Están dispersos en distintos archivos de América o Europa. Otros, por mala fortuna, se perdieron para siempre, dejando algún indicio de su existencia. 

Las expediciones científicas suelen asociarse a la historia europea de los siglos xvi al xviii, pero continuaron hasta el xix con otros objetivos. Si pensamos en América como su destino, la expedición científica más importante del siglo xvi (1570-1576) se dirigió a la Nueva España y fue encabezada por el protomédico de Indias, Francisco Hernández. Durante los años que Hernández pasó en territorio novohispano, su expedición rindió frutos que hasta la fecha se reconocen, consultan y estudian. Las primeras historias naturales de este virreinato se atribuyen a su autoría, y en los documentos que subsisten es posible apreciar un registro importante de las plantas que Hernández consideró útiles por sus cualidades medicinales, así como de aquellos animales y minerales que eran desconocidos o extraordinarios para los ojos europeos.

Los documentos de esta expedición nos muestran un catálogo de especímenes descritos en castellano, aunque nombrados con palabras provenientes del náhuatl, y representados esquemáticamente mediante xilografías en una sola tinta. Las obras de Francisco Hernández y su paso por la Nueva España pueden ser consultadas en formato digital en distintas bibliotecas del mundo. En ellas se encuentran ejemplares impresos entre los siglos xvi y xx por estudiosos interesados en rescatar, estudiar y reinterpretar esos materiales que dieron origen al conocimiento de la naturaleza novohispana e inspiraron la segunda expedición científica más importante de tiempos de la colonización hispana.

En 1787, la Real Expedición Botánica a la Nueva España tenía la consigna de encontrar alguna copia de los textos escritos por Francisco Hernández dos siglos atrás y completar, en la medida de lo posible, sus investigaciones. Los integrantes eran médicos, cirujanos, botánicos, farmacéuticos y dibujantes que recorrieron buena parte del territorio recopilando muestras de plantas, minerales y animales a lo largo de aproximadamente 15 años. Los ejemplares recolectados estaban destinados a formar parte de las colecciones del Real Jardín Botánico, la Real Farmacia y el Real Gabinete de Historia Natural de Madrid, y debían estar acompañados de un registro minucioso conformado por inventarios, catálogos y dibujos que daban una idea de lo que aquí se encontraba y contribuían a los debates por establecer un conocimiento más certero y actualizado de lo que se pensaba que era la naturaleza novohispana.

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Sobre los documentos de esta expedición se ha publicado relativamente poco. Los originales se encuentran resguardados en archivos de México, Madrid, Estados Unidos y Suiza. Ahí pueden encontrarse las cartas personales, las instrucciones oficiales, los registros de las colecciones de especímenes y las colecciones iconográficas que contienen más de mil ejemplares dibujados originalmente en acuarela, copias a lápiz y reproducciones en cianotipia, entre los años finales del siglo xviii y el inicio del xx.

El cúmulo de documentos se encuentra diseminado en varios archivos e instituciones mexicanas, como la Biblioteca Nacional de España, la Universidad Complutense o la Biblioteca Nacional de México. Conocer la materialidad de todos estos documentos nos permite entender la evolución de las expediciones en el tiempo, sus fracasos, adecuaciones y logros.

Referencias bibliográficas:

Hernández, Francisco (1615). Cuatro libros de la Naturaleza y virtudes de las plantas y animales de uso medicinal en la Nueva España.

Hernández, Francisco (1651). Rerum medicarum Novae Hispaniae thesaurus, seu, Plantarum animalium mineralium Mexicanorum historia.

Hernández, Francisco (1651). Nova plantarum, animalium et mineralium Mexicanorum historia.

(s/a) (1896). Índice de los nombres mexicanos de las plantas descritas en la obra del Dr. Hernández.

Hernández, Francisco; Ochoterena, Isaac (1946). Historia de las plantas de Nueva España.

Hernández, Francisco (2015). Obras Completas. Coordinación general del Proyecto de reedición de Carlos Zolla-puic-unam.

Sessé y Lacasta, Martín de (1788). Descripciones de plantas de varias clases de la Expedición a Nueva España según las clases de Linneo. 

Sessé, Martín de y José Mariano Mociño (1887). Flora mexicana. 

Expedición Botánica a Nueva España (1790). “Índice de aves particulares remitidas en mayo 90”. Se trata de la nómina de aves enviadas desde México con destino al Real Gabinete de Historia Natural. 

Dibujos de Atanasio Echeverría. Catalogue of the Botanical Art Collection at the Hunt Institute. 

Dibujos de Vicente de la Cerda. Catalogue of the Botanical Art Collection at the Hunt Institute

Flore du Mexique [Flore des Dames de Genève, vol. 1.] (1817). Conservatoire et Jardin Botaniques de la Ville de Genève.

Archivo Histórico. Instituto de Biología, unam. Colección de calcas y cianotipias de los dibujos de la Real Expedición Botánica a Nueva España.


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