Una de las celebraciones que más público atrae hacia este rincón veracruzano, designado por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad, es la realizada en honor a la Virgen de la Candelaria, resultado de la fusión de una antigua tradición prehispánica que rendía culto a una deidad asociada con el agua, con la devoción a esta Virgen venerada por la orden de San Juan de Dios, la cual arribó en la Nueva España a principios del siglo xvii. La festividad tradicional se conjuntó con la herencia musical de la zona y con el interés por difundir y rescatar tanto el son como el fandango jarocho y toda la parafernalia que lo rodea, por lo que el Encuentro Nacional de Jaraneros y Decimistas se realiza desde 1979 en este lugar, en las mismas fechas que la fiesta a la Virgen, los primeros días del mes de febrero. De esta manera, año con año se reúnen músicos, bailadores, versadores, personas de los alrededores y público nacional y extranjero a presenciar y formar parte de este evento que, además, ofrece muestras gastronómicas y artesanales, venta de instrumentos, presentaciones de libros y un mosaico variado de prácticas tradicionales que mantienen con vida la memoria y la cultura de la región sotaventina. 

En la colección que presentamos aquí, reunimos algunas imágenes que nos acercan a los días de festejo en Tlacotalpan, así como partituras de sones, un audio donde puede escucharse desde la fauna local hasta las voces de sus habitantes, las campanas de la iglesia, las típicas jaranas interpretando El Chuchumbé y el zapateado sobre las tarimas; además se muestran documentos del siglo xvii donde puede apreciarse la riqueza histórica que rodea a este sitio.