La ciudad, Roma y el Halconazo
Una de las películas recientes que estuvo en el ojo público por diversas razones fue Roma (2018), del director mexicano Alfonso Cuarón. Una de ellas fue que retrató como no se había hecho antes uno de los episodios más graves de violación a los derechos humanos por parte del Estado, ocurrido el 10 de junio de 1971 y conocido como la matanza de Jueves de Corpus o Halconazo. Acontecido en las inmediaciones del casco de Santo Tomás en la hoy alcaldía Miguel Hidalgo, el suceso es retratado por Cuarón de tal forma que la ciudad se convierte en uno de sus personajes principales, al igual
La colonia Roma se fundó en 1903, durante la última década del gobierno de Porfirio Díaz, en los terrenos de lo que en algún momento fue el pueblo prehispánico conocido como Aztacalco. Desde un principio, este nuevo barrio se pensó como un lugar de descanso para familias pudientes y al encontrarse ubicado fuera de la ciudad, las casas se construyeron con amplios jardines, las calles estaban arboladas e incluso había alumbrado público. Aunque el lugar se fue ampliando, la colonia siempre conservó ese carácter que permanece hasta la actualidad, el de ser un sitio habitado por clases medias y altas, cuyos dueños tenían buenos empleos o pequeñas empresas, pero mezclados con algunas pocas familias con menores ingresos.
Éste fue el lugar donde creció Cuarón, quien recuerda haber visto en los periódicos las fotografías de la represión llevada a cabo por los Halcones. Según el director, el evento lo dejó muy impresionado pues fue la primera vez que sintió que este tipo de violencia afectaba directamente a la “burbuja clasemediera” en la que vivía. Las fotografías tomadas durante este acontecimiento por periodistas que de igual forma sufrieron la brutalidad del grupo paramilitar sirvieron al director para recrear una de las escenas más conocidas llevada a cabo sobre la calzada México Tacuba, que tiene como telón de fondo una mueblería desde la cual varias personas, entre curiosas y asustadas, observan los hechos. Así, desde las calles de la colonia Roma hasta los alrededores de la Escuela Normal de Maestros, esta cinta nos transporta a la ciudad de los años setenta, en un recuento tanto de buenos recuerdos como de sucesos aciagos que no deben ser olvidados.