Según testimonio de su viuda, Consuelo Solís Morales, el cuerpo de Vázquez presentaba un golpe en la cabeza que parecía hecho por el mango de un arma. Genaro Vázquez, oriundo de San Luis Acatlán, Guerrero, estuvo en contacto con las causas sociales desde pequeño gracias a su padre, quien fue líder campesino en aquella zona. Su estado natal, que se caracterizaba por una gran pobreza, desigualdad social, malas condiciones de vida para los agricultores, fue escenario de diversos movimientos que enarbolaban la exigencia de tierras y denunciaban el estado de marginación en el que se encontraban. Pero su labor como maestro rural lo adentró de lleno en estas problemáticas. En 1959 conoció a Leopoldo Venegas Canseco, con quien fundó la Asociación Cívica Guerrerense (acg), iniciando así su lucha contra los caciques regionales. Esta organización se involucró en diversas actividades, como manifestaciones de repudio, caravanas hacia la Ciudad de México y huelgas estudiantiles.

A pesar de la persecución por parte del gobierno del estado, de su encarcelamiento en varias ocasiones y de la represión a las que se vieron sometidas algunas de sus movilizaciones, continuó con la organización popular y campesina. En 1967 la acg se reestructuró para “transformarse en un partido proletario de vanguardia en el combate político armado de las masas con una ideología revolucionaria marxista-leninista”. De esta manera se constituyó el Núcleo Armado Popular compuesto por estudiantes, maestros y campesinos, que, en una movilización exitosa, logró liberar a Vázquez de la cárcel, quien huyó a la sierra pasando a la clandestinidad y a integrar la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria y sus Fuerzas Armadas. Este nuevo frente llevó a cabo varias acciones guerrilleras exitosas, que terminarían con la muerte del líder aquel día de febrero de 1972.