Oaxaca
La historia de Oaxaca atraviesa una temporalidad vastísima, sus orígenes prehispánicos desde el año 9000 a 1500 a.C., el arribo de los conquistadores españoles que hicieron caer Huaxyacac en diciembre de 1521, así como las formaciones decimonónicas independentistas y su vida contemporánea, hacen de este lugar un mosaico geográfico e histórico multicultural. Como uno de los 31 estados de la República mexicana, Oaxaca, tiene 578 municipios, de los cuales 418 se rigen por usos y costumbres. También es la entidad con la mayor diversidad étnica, lingüística y natural.
La conformación de 15 pueblos originarios, varios pueblos afromexicanos, 434 municipios indígenas, ocho regiones de las cuales el 70% de su población es originaria, 5 familias lingüísticas, 15 lenguas entre las que están el mixe, zapoteco, amuzgo, cuicateco, chatino, chinanteco, chocholteco, chontal, huave, ixcateco, mazateco, mixteco, náhuatl, triqui y zoque colocan al Estado uno de los más importantes del país.
Memórica sugiere un paseo por su historia documental con el Códice Yanhuitlán, o los expedientes
inquisitoriales que dan cuenta de la persecución de herejes y amancebados o de sus danzas como la de Yaitepec en
Juquila, las escenas cotidianas de vendimia y mercado, su escuela de pintura, arte cerámico, arqueología, diarios e
idearios, su pasión hecha orfebrería y poesía. Ver a través de la mirada el pasado oaxaqueño es sentir su
gastronomía en explosiones de sabores y tocar la arena con las manos, adentrase en los paisajes sonoros gracias a
los registros de la Fonoteca Nacional en los que se descubren los oficios, músicas tradicionales y vernáculas, el
uso de los instrumentos como el telar, la elaboración de piezas de barro negro, los ingenios de mezcal, las
caminatas hacia los lugares emblemáticos como el tule, el sonido de los relojes de las plazas públicas, el colorido
de los espacios de trabajo, celebraciones como las velas y la Guelaguetza donde se presentan cada año, bailes
típicos, danzas y piezas musicales propias de todas las regiones de Oaxaca y principalmente de la de la región de
los valles centrales donde se deja escuchar el grito de: “¡Ya llegaron los de Ejutla!”, abre una delicia de abanicos
culturales que podemos descubrir y apreciar en esta colección.