Surgió como el resultado del esfuerzo de un grupo de periodistas con un pasado profesional similar, a cuya cabeza se encontraba este joven emprendedor que, ante los cambios políticos que se estaban llevando a cabo en el país, vio la oportunidad de iniciar una nueva empresa. El historiador Arno Burkholder indica que Excélsior nació con el objetivo de ser un órgano periodístico alejado de cualquier filiación política, que brindaría información y se alejaría de la propaganda. En sus primeros números, los encargados del diario dejaron clara su línea editorial al comentar que el suyo sería “un periódico con visión empresarial, enfocado a la naciente clase media mexicana cuya obligación inmediata era reconstruir al país luego del […] fin de la Revolución”. Esta publicación buscaba funcionar como mediadora entre los lectores y los nuevos gobernantes, y reconocía la importancia de la prensa surgida durante el porfiriato, pero ostentaba una visión a futuro en la que era necesaria la transformación de la nación para alcanzar la paz y la prosperidad.

Como a toda empresa naciente, le costó trabajo salir adelante durante sus primeros años de existencia. Aunque los anunciantes le proporcionaban ciertos ingresos, muchas veces Alducin y sus compañeros tuvieron que pedir dinero a familiares y a amigos para sostenerlo y pagar a los trabajadores; muchos de ellos a veces tenían que esperar hasta que los voceadores entregaran el importe de los ejemplares vendidos para recibir su paga. Así, Excélsior comenzó su vida en la coyuntura del triunfo carrancista, gracias al cual se vislumbraba un camino promisorio para México y el sector periodístico. Para recordar esta fecha, recopilamos en esta colección una serie de artículos y materiales provenientes del que llegó a conocerse como “el periódico de la vida nacional”.