Y es en la ciudad de Tlacotalpan, Veracruz, en donde se fusionan los rituales y las expresiones de la cultura popular durante esta fecha de manera inigualable. Como toda fiesta tradicional, ésta se ha transformado con el paso del tiempo. Durante los años sesenta, tenía impacto sólo en la región, pero la apertura de vías de comunicación, la puesta en práctica de proyectos agroindustriales, el crecimiento de la población y otros factores hicieron que el evento dejara de lado su carácter local. Fue a finales de los setenta cuando, en el marco de las festividades a la Virgen de la Candelaria, se llevó a cabo el Primer Encuentro Nacional de Jaraneros y Decimistas, dentro del Primer Concurso Nacional de Jaraneros organizado por el Fondo Nacional para Actividades Sociales (Fonapas), la Casa de la Cultura de Tlacotalpan y Radio Educación.

Desde entonces, ambos eventos conviven de manera tan estrecha que no se pueden imaginar el uno sin el otro. Hoy en día el Encuentro de Jaraneros es uno de los más importantes, y ha puesto de manifiesto la relevancia y trascendencia del son jarocho en el panorama cultural de nuestro país. Este particular cruce de prácticas ha provocado también que la fiesta haya trascendido incluso nuestras fronteras atrayendo a gran cantidad de turistas, de tal forma que ahora se calcula un promedio de más de 50 mil visitantes diarios durante esta celebración, que dura entre cuatro y cinco días. La colección que presentamos para recordar este gran festejo popular muestra fotografías de las actividades festivas de Tlacotalpan y algunos materiales visuales y sonoros relacionados con ella.