Memoria histórica
La memoria histórica es el conocimiento del pasado que puede documentarse a través de diversas fuentes que registran los acontecimientos. Éstas son variadas: escritas, orales, arqueológicas, fotográficas, pictóricas, cerámicas y textiles, entre otras.
Un códice puede ofrecer representaciones sobre las guerras y los procesos de dominación indígena. Las crónicas novohispanas narran el avance de las tropas invasoras que sitiaron la ciudad de Tenochtitlan. Los juicios de la Inquisición revelan la relación entre amos y personas en situación de esclavitud, mientras que las listas de individuos transportados en barcos "negreros" registran el tráfico de esclavos. Documentos virreinales dan cuenta de las violentas relaciones estamentales y raciales de la época.
Avanzando en el tiempo, las pinturas de Fernando Castro Pacheco muestran el martirio de Jacinto Canek, símbolo de la resistencia indígena, y los uniformes militares de Vicente Guerrero, conservados en el Museo Nacional de Historia, atestiguan la gallardía de la lucha independentista.
En el México moderno, las fotografías de Romualdo García retratan los éxodos afrodescendientes. Las luchas por los desaparecidos y los presos políticos, encabezadas por Rosario Ibarra de Piedra, y las imágenes de los estudiantes del movimiento de 1968, que se convirtieron en símbolos de los presos políticos en la cárcel de Lecumberri. Estos movimientos se pueden interpretar como antecedentes de la resistencia hacia las estrategias de represión del Estado, como lo fue la Guerra Sucia en México. Los antimonumentos configuran un recorrido por la ignominia del Estado; los abusos y la impunidad marcan cada una de las luchas de la sociedad civil por visibilizar sus demandas. Los boletines de la Comisión Nacional de Búsqueda ponen un énfasis significativo en las investigaciones forenses para fortalecer los procesos de justicia y la restitución del daño a las víctimas de desaparición forzada.