Desde 1934, a los 14 años, su talento se hizo público en su natal Guadalajara, cuando participó en una exposición colectiva llamando la atención de creadores ya consolidados en ese entonces, como María Izquierdo y José Chávez Morado, además de la fotógrafa Lola Álvarez Bravo, quienes lo alentaron para viajar a la Ciudad de México, adonde arribó en 1935. Su relación con artistas e intelectuales en la capital se dio desde el momento en que llegó. Estudió en la Escuela Nocturna de Arte para Obreros y su faceta como maestro en la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda enriqueció de manera notable su trayectoria. A lo largo de su carrera, Soriano mostró interés por el arte popular y de las culturas originarias, así como por el cubismo, el expresionismo alemán y el fauvismo, además de acercarse a la obra elaborada en el París de la posguerra y al surrealismo gracias a sus constantes viajes por Europa. Para conmemorar su fallecimiento, ocurrido el 10 de febrero de 2006, presentamos una selección de piezas y documentos elaborados por Soriano. En Memórica se pueden encontrar también dos exposiciones sobre él, por si se quisiera ahondar aún más en la vida de este destacado personaje.