Pero la falta de consenso amenazaba con hacer más difícil el camino hacia la resolución de los problemas sociales que se planteaban, por lo que era necesario abrir un espacio para el diálogo entre los principales caudillos revolucionarios. Venustiano Carranza había organizado una reunión el 1° de octubre en la capital del país, sin embargo, a ella sólo asistieron sus simpatizantes y no se convocó a otras facciones pues estaba interesado en afianzar su poder sobre las demás fuerzas. Por ello se llamó a un nuevo encuentro en Aguascalientes con la intención de crear un verdadero espacio de participación para todas las posturas revolucionarias. Cuatro días después de iniciar sus sesiones, la Convención se declaró libre y soberana y con ello adquirió la facultad de nombrar como presidente a Eulalio Gutiérrez. Esta maniobra trajo consigo un quiebre pues el llamado Primer Jefe no reconoció la soberanía de la asamblea y por lo tanto rechazó también todas las resoluciones tomadas en ella incluyendo la de su destitución. Así, la Convención de Aguascalientes, que buscaba poner orden a la inestabilidad que atravesaba el país y unificar las diferencias, terminó por acrecentarlas, aunque no todo fue discordia pues se compartió la idea de que la Revolución debía atender los problemas del pueblo y combatir el autoritarismo de Carranza. En la colección que presentamos para recordar este día, mostramos imágenes y documentos relacionados con aquella fecha y con sus participantes.