De acuerdo con Liliana Ávila Meléndez, el trabajo de los redactores en Regeneración fue muy esmerado y en los números se logró unidad e identidad a pesar de las situaciones tan adversas para editar a lo largo de 18 años de publicación intermitente.
Por otra parte, y como bien señala la autora en su tesis, la tipografía del nombre se mantuvo con el paso del tiempo lo que lo hizo reconocible a pesar de los traslados de los editores y sus infortunios. Vale la pena señalar que, a lo largo de las publicaciones, las invitaciones para realizar aportaciones económicas eran frecuentes, por lo que la sobriedad del impreso puede atribuirse a ello, no obstante, el estilo conciso y austero lo vuelven propio de Regeneración.
En esta entrada recuperamos un detalle del grabado Libertad de imprenta de Leopoldo Méndez, en el cual se representa la publicación que en esta exposición nos interesa, acompañada de otros periódicos de oposición contemporáneos.