En la primera época el cuestionamiento y la reprobación al gobierno de Díaz fueron mesurados y aunque sí se dedicaron columnas en las que se expresó el descontento con el titular del gobierno y sus allegados, fue hasta después del exilio de los editores de Regeneración que la crítica fue más contundente. En el caso de la columna “Democracia y Autocracia” aunque no se menciona nombre alguno, es clara la postura que manejan los autores ya que se destaca que es el pueblo el que debería tener facultad plena sobre sus condiciones sociales. Por otra parte, en “El Gral. Díaz clerical” se expresa que en todos los años que ha presidido nunca ha trabajado en beneficio de la nación; cabe destacar que este señalamiento se hace presente ya en los últimos números de la primera época, poco antes del destierro al que se verían orillados los editores. Luego de que Díaz saliera del país, las críticas se concentraron en Francisco I. Madero, ya que para los autores de este periódico la vía constitucional no procuraría la justicia que obreros y campesinos necesitan.