En lo deportivo, la Carrera Panamericana fue una excelente oportunidad para los pilotos mexicanos para medirse con los mejores corredores del mundo, así como para consolidarse y complementar las formaciones de las jóvenes promesas que habrían de competir en las pistas durante las décadas siguientes. La justa también obligó a defender el orgullo nacional en los caminos. Así, los competidores mexicanos recibieron un impulso extra motivado por el nacionalismo, destacando el Coche México, conducido por Rodolfo Castañeda Galarza en la edición de 1950, así como el Equipo México, que compitió en las ediciones de 1953 y 1954. Aunque con participaciones más bien modestas, los representantes mexicanos demostraron que son “tan buenos como el resto del mundo”.
“Mi deber como mexicano es obtener la victoria”,
Esto,
2 de mayo de 1950, p. 25.
José Alfredo Hernández Padilla,
Así fue... La Carrera Panamericana 1950-1954,
Multilibros,
2014, p. 53.
Para la primera edición de la Carrera Panamericana, la Presidencia de la República patrocinó un automóvil para competir. El auto, un Cadillac modelo 1950 rotulado con el número 9, fue bautizado como “Coche México”, una suerte de “seleccionado nacional oficial” para la competencia. El conductor fue designado entre los miembros de la secretaría particular de la Presidencia; así, Rodolfo Castañeda Galarza se puso al volante en una accidentada carrera, que concluyó en el lugar 26, con un automóvil apenas reconocible por los daños producidos luego de un par de accidentes durante el trayecto.
José Alfredo Hernández Padilla,
Así fue... La Carrera Panamericana 1950-1954.
Multilibros, 2014, p. 53.
José Alfredo Hernández Padilla,
Así fue... La Carrera Panamericana 1950-1954.
Multilibros, 2014, p. 53.
José Alfredo Hernández Padilla,
Así fue... La Carrera Panamericana 1950-1954.
Multilibros, 2014, p. 53.
Para la primera edición de la Carrera Panamericana, la Presidencia de la República patrocinó un automóvil para competir. El auto, un Cadillac modelo 1950 rotulado con el número 9, fue bautizado como “Coche México”, una suerte de “seleccionado nacional oficial” para la competencia. El conductor fue designado entre los miembros de la secretaría particular de la Presidencia; así, Rodolfo Castañeda Galarza se puso al volante en una accidentada carrera, que concluyó en el lugar 26, con un automóvil apenas reconocible por los daños producidos luego de un par de accidentes durante el trayecto.
“El señor arzobispo bendijo el carro Numonyl”,
El Informador,
12 de diciembre de 1953, p. 3.
José Alfredo Hernández Padilla,
Así fue... La Carrera Panamericana 1950-1954,
Multilibros, 2014, p. 210.
“El triunfador Numonyl recibe un premio”,
El Informador,
15 de diciembre de 1953, p. 11.
Luego de la aventura del Coche México, no hubo otra representación “oficial” en las siguientes ediciones de la Panamericana, aunque muchos pilotos mexicanos continuaron participando del certamen. Sin embargo, en 1953 y 1954 compitió el “Equipo México”, que pretendía llenar ese pequeño hueco en el corazón de la afición mexicana con bastante éxito, pues fue seguido de cerca por medios y aficionados. El equipo se conformó en 1953 por Héctor Riva Palacio, Otto Becker Estrada, Ricardo Ramírez y Juan de Aguinaco. Este último salió del equipo al año siguiente, siendo sustituido por Julio “Yuyo” Mariscal en 1954. Los mejores resultados del Equipo México fueron el lugar 24 de Ricardo Ramírez en 1953 y el 16 de Luis Leal Solares en 1954.
“Conozca usted al equipo mexicano”,
Esto,
13 de noviembre de 1953, p. 13.
“¡Mexicanos sin complejos!”,
Esto,
24 de noviembre de 1954, p. 1.
“El señor arzobispo bendijo el carro Numonyl”,
El Informador,
12 de diciembre
de 1953, p. 3.
José Alfredo Hernández Padilla,
Así fue... La Carrera Panamericana 1950-1954,
Multilibros, 2014, p. 210.
“El triunfador Numonyl recibe un premio”,
El Informador,
15 de diciembre de 1953, p. 11.