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Intervenida entre 2018 y 2021 con las grandes manifestaciones feministas, la estatua fue reubicada para dar lugar a “Monumenta”: una joven mexicana sin identificar y cuya efigie representa a las desaparecidas y víctimas de la violencia por razones de género que caracteriza a nuestra sociedad actual.
Antonio Escandón y Garmendia, empresario de la época porfiriana, encargó la obra a Charles Cordier en París en 1872. La pieza llegó a México; Escandón la donó al gobierno de Díaz y éste delegó en Vicente Riva Palacio su ubicación final, como primera glorieta del Paseo del Emperador.