I. Aprendizaje esperado:
Reconoce la transformación de la cultura indígena debida al cambio religioso.

Durante tres siglos se llevó a cabo un proceso de aculturación e intercambio entre culturas y creencias diversas, dando como resultado un sincretismo en el que algo de lo antiguo perduró, pero de forma diferente, y lo nuevo se impuso, aunque no siempre en su forma original.

II. Aprendizaje esperado:
Identifica los conjuntos conventuales y sus funciones en los pueblos de indios.

Una vez consumada la conquista del altiplano mesoamericano, los españoles se dieron a la tarea de evangelizar y controlar políticamente a la población indígena que se encontraba dispersa en distintos espacios geográficos: desde parajes montañosos hasta selvas y regiones de difícil acceso en donde no se tenía un “orden” según la visión urbana europea. Para concentrar a la población indígena, la Corona española decidió construir pueblos trazados de forma perpendicular sobre espacios planos cercanos a los antiguos asentamientos. Cada uno de estos pueblos tenía un orden especial y espacios propicios para las nuevas prácticas tanto religiosas como civiles. Uno de los edificios más importantes en ellos fueron los conjuntos conventuales, compuestos de una iglesia, un convento, el atrio con una gran cruz de piedra y delimitado por una barda perimetral, un huerto, refectorio, cocina, y las celdas de los frailes. Con el tiempo, estas unidades arquitectónicas se convirtieron prácticamente en el centro de los pueblos de indios.

III. Aprendizaje esperado:
Opcionalmente, reconoce el papel de las misiones en los territorios del norte.

En los siglos xvii y xviii se establecieron en los territorios del norte las Misiones. Eran establecimientos religiosos, dirigidos principalmente por la orden de los jesuitas, para evangelizar a poblaciones que vivían de acuerdo a sus creencias y actividades de siglos atrás.

Las Misiones intentaron atraer a estas poblaciones a través de la enseñanza del cultivo de distintas especies vegetales y del cuidado de animales. En varias ocasiones los jesuitas lograron su objetivo. Sin embargo, hubo también historia de resistencia. Los pueblos originarios de esta región consideraron a los jesuitas como invasores.