La golondrina (propio)

Serradell, Narciso (compositor); Zamacois, Niceto de (letrista); Guízar, Salvador (adaptador)

Expediente

canción

Información musical: Andante moderato Re Mayor. Duración 3 minutos aproximadamente. Dotación instrumental: Orquesta Típica - Sinfónica. Dotación vocal: coro. Instrumentos de aliento madera: piccolo, flauta 1, 2, oboe 1, 2, clarinete en si bemol 1, 2, clarinete bajo en si bemol, fagot. Instrumentos de aliento metal: corno francés en fa 1, 2, 3, 4, trompeta en si bemol 1, 2, 3 ,4, trombón 1, 2,3, tuba. Instrumentos de percusión: xilófono, timbales, batería. Instrumentos típicos: marimba, salterio, bandolón, bajo sexto, arpa. Instrumentos de cuerda frotada: violín 1, 2, viola 1, 2, violoncello 1 y 2, contrabajo. El arreglo de esta pieza se le atribuye a Antonio Guzmán Carranco, de quien no se tiene información biográfica disponible y las investigaciones no arrojan datos específicos.

42 fojas: 1 partitura orquestal manuscrita (8 páginas); 34 partichelas manuscritas (1 página cada una)

español

papeles de música; Orquesta Típica

texto

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Orquesta Típica de la Ciudad de México

Archivo Histórico de la Ciudad de México "Carlos de Sigüenza y Góngora"

Secretaría de Cultura de la Ciudad de México

Serradell (Sevilla), Narciso (n. Alvarado, Veracruz, 25 de enero 1843; m. Ciudad de México, 25 de octubre 1910). Ejecutante de instrumentos de aliento, compositor y profesor de música. En 1862 compuso la música de la canción La golondrina, sobre un poema de Niceto de Zamacois. Su canción triunfó en un concurso público celebrado ese año y pronto cobró fama como una de las piezas musicales más representativas del cancionero mexicano de la época. En 1863, cuando las tropas de Napoleón III desembarcaron en el puerto de Veracruz, Serradell se incorporó a las filas republicanas del general Zaragoza. En la batalla del 5 de mayo fue hecho prisionero y luego desterrado a Francia. En 1865 logró regresar a México y se radicó en Tlalixcoyan, estado de Veracruz, donde se dedicó a ejercer la profesión médica y a enseñar música. En esa misma localidad fundó una banda de alientos y una orquesta típica. En 1889 regresó a la ciudad de México. En su vida tuvo eventuales apariciones como cantante, pues tenía “una excelente voz de barítono”. Escribió varias canciones y algunas piezas de salón para piano.