Cédula
Título
Tinta y memoria de la perla del desierto (propio)
Agente creador
Castillo de la Huerta, Luis Ernesto (autor); Holguín Balderrama, Juan Carlos (prologuista)
Forma parte de
Fondo Municipio de Caborca
Nivel de descripción
Ítem
Tipo de recurso
libro
Nota de tiempo
2021/08 (publicación)
Descripción
Tinta y memoria de la perla del desierto, es un libro que destaca el aspecto documental de tres personajes y un sitio que le dieron un sentido a Caborca: el coronel José María Girón, Domingo Quiroz y Mora, la profesora Florencia Rivera de Munguía y el Templo Histórico de Caborca, durante muchos años, la comunidad no había tenido la oportunidad de explorar su influencia hasta estos días de los cuatro, que son comunes, pero de los que nunca se habían expuesto los documentos que sustentan su relevancia hasta el día de hoy. Todos los documentos están ordenados y son originales de los pasajes que aquí se describen.
Lugar
Caborca (Sonora, México), publicación
Medidas
159 páginas
Lengua
español
Palabras clave
archivos históricos; educación; filibusteros; territorio nacional; historia de México; batalla de Caborca
Tipo de media
texto
Formato de la representación digital
PDF
Colaborador
Municipio de Caborca
Custodio
Archivo Municipal de Caborca
Procedencia
Licencia de uso
Nota de contexto
Este libro destaca los pasajes que documentalmente constatan el paso de tres personajes muy valiosos para la historia caborquense, el coronel José María Girón Pozos, héroe y comandante de la batalla del 6 de abril de 1857; Domingo Quiroz y Mora Fox, primer preceptor documentado en Caborca en 1858, además de político, ingeniero agrimensor y primer juez del registro civil hasta su muerte en 1908; Florencia Rivera Córdova, una mujer que llegó a luchar primeramente por mejoras en la educación de la niñez caborquense y después por las condiciones de los maestros y la dignidad de su labor. Finalmente como un personaje más, el Templo Histórico de Caborca, dónde se refugiaron militares y pobladores durante la invasión filibustera de 1857, su exposición constante a inundaciones que derribaron en varios momentos sus gruesos muros, que también fueron levantados una y otra vez por los ciudadanos caborquenses. Sus obras de protección y la singular manera de recibir su pila bautismal, que desde 1926 dejó su lugar y fue recuperada en 2021. Las persecuciones religiosas y el gran símbolo que es actualmente para Sonora y especialmente caborquense.