No consta en actas: vivir después de la represión
Todos conocemos el episodio represivo ocurrido el 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, pero ¿qué pasó después? Tras el acontecimiento, artistas e intelectuales se dieron a la tarea de discurrir acerca de lo que había pasado ese día, de lo que representó para ellos como creadores, pero también para el país en general. A decir de los conocedores, una de las voces más interesantes que se escuchó en estas circunstancias fue la del escritor chiapaneco Juan Bañuelos, autor de los versos de No consta en actas.
Esta larga composición fragmentada fue una de las reflexiones inmediatas sobre el significado de Tlatelolco y también una de las primeras crónicas poéticas de lo sucedido. De manera paralela, el grabador, estudiante en aquel entonces de la Escuela Nacional de Artes Plásticas y amigo personal de Bañuelos, Jesús Martínez, transitaba por un proceso similar de búsqueda e introspección acerca de lo sucedido. Por ello decidieron encauzar sus inquietudes y dirigirlas hacia un proyecto colaborativo que dio como resultado la obra que presentamos en esta colección. Los fotoaguafuertes realizados por Martínez acompañaron este poema, mezclando la experiencia de andar por la ciudad, de rescatar las pintas y texturas callejeras que todavía recordaban el hecho experimentado en aquel octubre, con las letras y el sentimiento expresado por Bañuelos. Las respuestas todavía parecían lejanas, aún había heridas abiertas, el proceso de recuperación apenas comenzaba.
