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Lotos en el desierto: familias de origen chino en San Luis Potosí
Lotos en el desierto: familias de origen chino en San Luis Potosí
Greta Alvarado Lugo, Frances Paola Garnica y Arturo Gutiérrez del Ángel
Laboratorio de Antropología Visual de El Colegio de San Luis, A. C.

En el decimoquinto día después del equinoccio de primavera, el 4 de abril, se celebra en China el festival Qingming (claro y brillante), dedicado a la memoria de los difuntos y un culto muy particular a los antepasados. Los que pertenecen al mundo empírico conviven con aquellos que les dieron forma y que configuran su devenir y existencia. Porque los muertos nunca se van, permanecen entre nosotros y sólo hay que saber reconocerlos en su momento, en su espacio. Una forma de hacerlo es cohabitar con ellos conociendo sus historias y hazañas. 

Por eso, el espíritu de esta memoria es dar voz a los descendientes de migrantes chinos. Buscamos reivindicar aquellos que posaron su andar en huellas indelebles de su presencia, así como Buda dejó al caminar sendas flores de loto para que nunca olvidaran su paso y su cadencia. Y parece muy genérico decir “estos migrantes”*, porque ellos tuvieron nombres, deseos, aspiraciones, pasiones, amores; porque sus cosas aún permanecen entre los tesoros de las familias: su paso por el mundo en el que, claros y brillantes, dicen lo que fueron y lo que, en esta investigación, intentamos que sigan siendo.

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Al lado de estas reliquias, engendraron familias que tuvieron hijos, tercera, cuarta generación que demuestra su éxito. Ahí, guardados, los tesoros son fotos, cartas, videos, ropas, y aunque mucho no ha resistido el paso del tiempo, no todo está perdido. Por ello, en esta nuestra tarea de una arqueología de la memoria, al lado de la descendencia que ha devenido por ellos, queremos darle un espesor empírico, con nombre, apellido, sustancia, trazo y reconocimiento, a la evocación de lo que podemos llamar una ontología de las flores de loto, y que hoy por hoy siguen caminando y floreciendo entre nosotros. Sabemos que la migración es un fenómeno mundial de alcances inimaginables. No es exagerado decir que la población sobre la tierra dependió de estos desplazamientos. Aunque se intente silenciar su paso y sus voces, los migrantes, lleguen a donde lleguen o de donde lleguen, casi siempre son tratados con injusticia. Y el éxodo chino hacia México no fue la excepción. Fueron perseguidos, desaparecidos y menospreciados en todo el despliegue eugenésico de un Estado etnocéntrico. Un ejemplo de ello es Sonora, donde se decretaron leyes que promovían su salida y prohibían el matrimonio entre chinos y mexicanas. En otros estados de la República también buscaron legislar su expulsión. Llegaron al punto de organizar ataques armados, como en Torreón, en donde ocurrió, entre el 13 y el 15 de mayo de 1911, la atroz matanza de 303 chinos. 
En otras partes del norte de México les destrozaban sus negocios: tiendas de abarrotes, juegos de azar, panaderías, restaurantes, lavanderías. Circulaban también publicaciones xenófobas en contra de este grupo (ver Espinoza, 1932), lo que dio pie a que se generaran comités antichinos. Estos breves ejemplos nos hablan del drama que estos migrantes sufrieron a principios y mediados del siglo xx: la discriminación institucionalizada y el ejercicio de un poder sobre ellos, a través de una biopolítica, que buscó evitar la progenie. Esto envestía, a funcionarios en relaciones internacionales, del poder necesario para confiscar los bienes de las mexicanas casadas con chinos, en caso de que quisieran salir del país (Gómez, 2014: 140-141).

Por este sistemático atropello de los derechos más básicos y las atrocidades cometidas por la discriminación institucionalizada, Francisco I. Madero tenía la intención de ofrecer disculpas públicas y de brindar una indemnización a los descendientes chinos. Sin embargo, murió precipitadamente en 1913 y no se llevó a cabo el acto. No obstante, el presidente Andrés Manuel López Obrador se comprometió, a nombre del Estado mexicano, a solicitar el perdón de la comunidad china en el mes de mayo del 2021 (El Universal, 2019).

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Estas atrocidades han impedido percibir la huella positiva que, con tanto esfuerzo, la comunidad ha dejado a su paso. Por ello, nos interesa resaltar los aportes de los sobrevivientes. Aunque sí hubo ciertas tendencias antichinas, el estado de San Luis Potosí fue uno de los lugares en donde esta diáspora no fue tan castigada. La sociedad potosina de principios de siglo xx apostó a una ecuación sencilla: sumarlos más que restarlos. Incorporarlos en un momento en que se les perseguía, ofrecerles a los migrantes un espacio en la sociedad y la posibilidad de casarse con gente local y formar familias. En retribución, ellos aportaron cultura, que hoy forma parte de la cotidianidad, tanto urbana como rural, y tal vez muchos ignoren su origen oriental.




Podemos citar, a manera de ejemplo, el café Uruapan1, el café Selecto, la empresa de extintores Chong, el Restaurante Sam’s y el bar Tampico2; negocios que hoy por hoy forman parte del paisaje citadino, al igual que ciertos monumentos que, gracias a su cuidado, el tiempo ha respetado, como la maravillosa mansión estilo neogótica de Avenida Constitución. Si observamos con atención esta suma, vemos a personajes destacados como Benjamín Wong Castañeda3, hijo del migrante cantonés Benjamín Wong4, quién entró por el puerto de Manzanillo para asentarse en San Luis Potosí y casarse con María Teresa Castañeda Miranda5. Benjamín Wong Castañeda fue director de la Organización Editorial Mexicana, después cofundador del periódico La Jornada y posteriormente, en 1987, asesor político en China6, y sin duda sus trabajos trascendieron internacionalmente7. Otro ejemplo es Jesús Javier Delgado Sam, nieto de Vicente Sam Moc, originario de Cantón, China. Recientemente, Delgado Sam juró como Consejero de la Judicatura, rindiendo protesta al ser ratificado en la designación del Poder Ejecutivo para continuar en el cargo (Poder Judicial de San Luis Potosí, 2020).
La suma que comenzó más de un siglo atrás se destaca también en la descendencia ilustre de varias familias, que perpetúan historias de amor, partidas, reencuentros, como Chong Fat8, quien llegó a Manzanillo, Colima, el 13 de julio de 1911 para trasladarse a Río Verde, San Luis Potosí. Ahí puso una refresquería, una bodega y una tienda de ultramarinos llamada La Mascota, donde vendía diferentes artículos, entre ellos, muy recordados, los jamones serranos provenientes de España. Chong Fat conoció a su esposa, Santiaga Cano Padilla, en la plaza principal de Río Verde, vendedora de dulces y quien, por medio de su sabor, dicen los que saben, enamoró al señor Chong. Se casaron y tuvieron ocho hijos9.

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Vale la pena recordar también a Antonio Ang10, quien llegó de China con su tío Jesús Ang11; para 1926 tenía ya 13 años y vivía en La Alhóndiga. Juntos fundaron la tienda de abarrotes, vinos y el café Uruapan, el cual aún existe en el Centro Histórico. Su remembranza nos remite a otra más, a su esposa Olivia Chiwo, descendiente de una familia de migrantes. Se sabe que era una mujer trabajadora y filantrópica, pues acogía y daba trabajo a otros paisanos recién llegados12. Por las cartas que hemos revisado, sabemos que en 1944 ya se conocían13 y que formaron parte del Club Sembradores de Amistad, llegando a tener un matrimonio duradero14. Su legado, el café Uruapan, en la actualidad es administrado por Carolina Maldonado Chiwo, sobrina de Olivia15

Otro ejemplo es Jorge Wongñis Cuan16, originario de Cantón, China, quien llegó a México alrededor de 1925. Contrajo matrimonio con Guadalupe Monsiváis Vaca y tuvieron cuatro hijas y dos hijos17. Se destacó como agricultor y comerciante y hoy en día le sobreviven varios nietos18. También está el caso de la familia de Manuel Li Chong19, quien llegó de Cantón para establecerse en San Luis Potosí. Su apellido se castellanizó como Lechón. Contrajo matrimonio con Elisa Boay, quien era también descendiente de migrantes chinos, con la que tuvo dos hijas: Elia Li y Amparo Li, y muchos nietos20.



Lo citado anteriormente es una pequeña muestra de un universo de familias, historias y fotografías mucho más amplio. Vale la pena reivindicar esta ontología generacional y conocer más sobre las razones de su migración, su estancia y devenir en México. Sabemos que muchos de ellos llegaron escapando de las atrocidades cometidas en la llamada Revolución China de 1911. Huían buscando asilo en otro lugar, pero en México muchos encontraron la muerte, pues aquí se gestaba otra revolución. Una de las constantes de las oleadas migratorias fue toparse con las políticas eugenésicas del Estado mexicano.

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Como vemos, no todo es negativo; las familias que sobrevivieron a las revoluciones generaron un tipo de endoculturación que hoy por hoy aporta al mundo, al país y a su comunidad. Si algún sentido tiene la migración, no se ve en lo inmediato, sino a largo plazo, en los trazos, pliegues y costuras que quedan de los que se sacrificaron. Por ello, como en la ceremonia Qingming, buscamos reconstruir los pasos de estas flores de loto que han dejado sus huellas en el desierto. Tratamos de celebrar la vida, así como se festeja el regreso de las cálidas y luminosas jornadas de la primavera, con la memoria de los fundadores que fueron grandes sembradores de historias y amores que esperan, aún, la justicia de ser descubiertos.

Agradecimientos
Esta investigación no hubiera sido posible sin la colaboración de las familias que, con su autorización, son citados en esta memoria. Estamos infinitamente agradecidos con Dalia Wong Castañeda, Guadalupe López Wongñis, Amalia Lam Varela, León García Lam, Carolina Maldonado Chiwo, Vanessa Rivera Fat, Rosa Elena Rodríguez Fat, Víctor Rodríguez Fat, Amparo Espinosa Lechón, Esther Layseca Espinosa, Santiago Juárez Barragán, Jesús Javier Delgado Sam, y Francisco Javier, Manuel y Alberto Díaz de León. Agradecimiento especial al doctor David Vázquez Salguero, presidente de El Colegio de San Luis, A. C., por su apoyo en el enlace institucional y la difusión del proyecto.


Diseño gráfico:
Maygualida Alba Aguilar, Osvaldo Hernández Esquivel y José Alberto Velázquez Pineda

Acervo:
Fondo Lotos del desierto: familias chinas en San Luis Potosí, México.
Laboratorio de Antropología Visual (LAVSAN) de El Colegio de San Luis, A. C.

Fuentes bibliográficas:
Gómez, J. (2014). “La conceptualización del racismo en Michel Foucault”. Interdisciplina 2, núm. 4, pp. 121-142.

Espinoza, J. A. (1932). El ejemplo de Sonora, México, n/a.
___________ (1932). El problema chino en México, México, n/a.

(29 de abril de 2019) ¿Por qué AMLO quiere pedir perdón a la comunidad china? El Universal, en línea, disponible en: https://www.eluniversal.com.mx/nacion/por-que-el-presidente-de-mexico-quiere-pedir-perdon-la-comunidad-china Consultado el 15 de mayo de 2019.

Poder Judicial de San Luis Potosí (2020). El Consejero de la Judicatura Jesús Javier Delgado Sam, ratificado en el cargo. Comunicación Social, en línea, disponible en: http://www.stjslp.gob.mx

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