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Febrero
 
 
El 14 de febrero de 1831 murió fusilado el general Vicente Guerrero, Benemérito de la Patria
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Mtro. Juan Gerardo López Hernández
Director del Archivo Histórico de la Ciudad de México 'Carlos de Sigüenza y Góngora'
 
Dr. Samuel Rico Medina
Colaborador

El 14 de febrero de 1831 murió fusilado el general Vicente Guerrero, Benemérito de la Patria. Lo interesante del documento seleccionado es que fue hasta tres años después que el Ayuntamiento de la Ciudad de México determinó sus honras fúnebres, en sesión extraordinaria del 13 de febrero de 1834. Allí, los 17 miembros del cabildo, reunidos en la sala capitular, definieron la ley para la función cívica del “excelentísimo Señor Vicente Guerrero” para el día siguiente, es decir, el 14 de febrero, y los homenajes de cada uno de los aniversarios posteriores.1

Es necesario señalar que Guerrero fue presidente de México del 1° de abril al 18 de diciembre de 1829. Asumió el cargo en una situación adversa, el sector de las clases privilegiadas no confiaba en él, pues consideraban su decisiva participación en complicidad con Lorenzo de Zavala y el general José María Lobato en los lamentables hechos del motín de la Acordada y el saqueo del mercado El Parían el 4 de diciembre de 1828.
 

En su breve periodo de gobierno, Guerrero se preocupó por mejorar la situación de los gremios artesanales que habían visto sus intereses afectados por la política librecambista. Sus seguidores más fervientes pertenecían a los sectores más pobres de la sociedad, mestizos, pero sobre todo los provenientes de las llamadas castas, de origen afromestizo. De hecho, Guerrero y Lobato eran mulatos. En este contexto hizo publicar el 15 de septiembre de 1829 el bando de abolición de la esclavitud2. Días antes se había anunciado, para beneplácito de los habitantes de la Ciudad de México, que las fuerzas armadas españolas encabezadas por Isidro Barradas habían sido derrotadas en Tampico el 11 de septiembre por las tropas nacionales dirigidas por los generales Antonio López de Santa Anna y Manuel Mier y Terán.

Si bien es cierto que Guerrero fue destituido por el congreso, presionado por el vicepresidente Anastasio Bustamante, jefe del ejército en Jalapa, él no abandonó las armas, y se refugió en su terruño. Se mantuvo en las montañas del sur en pie de lucha todo el año de 1830. Hasta el momento en que Bustamante, por medio de su ministro de Guerra Antonio Facio, contrató al genovés Francisco Piccaluga, capitán del bergantín Colombo, anclado en Acapulco, para tenderle una trampa. Del puerto de Acapulco, el prócer Guerrero fue conducido a Oaxaca. En Cuilapam fue fusilado el 14 de febrero de 18313.

La coyuntura para honrar la figura de Guerrero en febrero de 1834 ocurre bajo el mandato del vicepresidente Valentín Gómez Farías, aunque el presidente en turno era Antonio López de Santa Anna. El autor intelectual del fusilamiento del benemérito, el general michoacano Anastasio Bustamante, vivía exilado en París desde 18334.

Como puede apreciarse en el acta correspondiente, el vicepresidente Valentín Gómez Farías citó en el despacho de Palacio Nacional, a altas horas de la noche del 12 de dicho mes, al secretario de Hacienda y al secretario del Ayuntamiento para realizar los trabajos urgentes de las calles para honrar dignamente al ilustre héroe de la Independencia.
 

1
 

1 ahcm. Ayuntamiento, Actas de Cabildo, tomo 134 A.
2 ahcm. Bandos, Leyes y decretos. Caja 3, folio 187.
3 Florentino Turner, Creadores de la imagen histórica en México, México, Compañía General de Ediciones, 1969, pp. 145-148. Véase Alfonso Ávila, “La presidencia de Vicente Guerrero”, en Will Fowler (coord.), Gobernantes mexicanos, t. 1, México, fce, 2008, pp. 95-96.
4 Patricia Massé, Fotografía e historia nacional. Los gobernantes de México. 1821-1884, México, Secretaría de Cultura-inah, 2017, pp. 177, 81-82.