¿Cómo imaginas el futuro de la ciudad en la que vives? En 1962, Roberto Montenegro hizo este ejercicio en su Cuadro futurista de la Ciudad de México. Espacios icónicos de la ciudad (la Alameda, Bellas Artes, la Diana Cazadora, la Torre Latinoamericana, el Monumento a la Revolución) aparecían enmarcados por grandes avenidas que enredaban el centro con sus alrededores. Los espacios para el uso exclusivo del automóvil que nos son familiares en el presente alimentaban la imaginación futurista en el pasado. Hoy, cuando centramos la mirada en peatones, sustentabilidad y equidad, Montenegro nos invita a reflexionar: ¿quién toma las decisiones que determinarán las movilidades de los próximos años y por qué? Piensa en la calle en donde vives, ¿cómo imaginas su futuro? Comparte tu historia.