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Villa en la silla presidencial

Villa en la silla presidencial

 
 

Institución: Mediateca inah

Una de las maravillas de la fotografía es que gracias a la luz y a reacciones químicas puede capturarse un momento determinado. Algunas fotografías han trascendido por diversos motivos y la que nos interesa en esta entrada es una de ellas. Durante la Convención de Aguascalientes celebrada a partir del 10 de octubre de 1914, los diferentes representantes villistas, zapatistas y constitucionalistas discutieron sobre quién debía ser nombrado presidente luego de haber conseguido la salida de Victoriano Huerta. Los jefes militares, aunque no asistieron, hicieron conocer sus ideas gracias a sus representantes; algunos consideraban que un militar no debía ocupar la presidencia, mientras que otros buscaban para sí aquel cargo o beneficiarse de las decisiones tomadas. En algún punto se buscó que Francisco Villa y Venustiano Carranza dimitieran a sus respectivos mandos de líderes militares, el primero estaba de acuerdo, pero no el segundo.

 

Ya que Carranza desconoció las decisiones de la Convención de Aguascalientes para que Eulalio Gutiérrez asumiera la presidencia, Villa y Zapata acordaron aliarse en contra del Ejército Constitucionalista. Para consolidar dicho frente el Atila del Sur y el Centauro del Norte acordaron reunirse en Xochimilco, entonces ocupado por el Ejército zapatista, finalmente el 6 de diciembre de 1914 hombres de ambas divisiones siguiendo a sus jefes marcharon al centro de la ciudad hacia Palacio Nacional en donde fueron recibidos por Gutiérrez. Al paso de las horas los líderes, seguidos seguramente de sus hombres de confianza, en algún momento llegaron al Salón Presidencial. Hay quienes refieren que fue Villa quien mandó a llamar al fotógrafo, otros que se cuestionó quién debería ocupar tan codiciado lugar y que risueño el norteño y haciendo burla de que siempre sostuvo que él no pedía nada para sí, se sentó relajadamente en ella; también se ha escrito sobre su posición inclinada para destacar el símbolo patrio del águila.

 

Ya que hemos esbozado el contexto, nos detendremos un poco en sus elementos. La casa fotográfica Casasola ostenta su creación tal y como puede atestiguar la firma en la parte inferior. Hay diferentes tomas del momento, en la que aquí mostramos puede apreciarse que Zapata mira atentamente al líder norteño mientras que Villa se sonríe aunque sin milarlo. Las expresiones en los rostros de sus acompañantes son variadas, algunos sonríen, otros prefieren voltear a verlos antes que posar, mientras que la presencia de dos niños en los costados y la de Dolores Jiménez y Muro enmarcan la escena. En cuanto al mobiliario propio del salón podemos ver claramente el brillo del águila de la silla, así como sus elegantes antebrazos, por otra parte, al fondo puede distinguirse parte del óleo titulado La Batalla de la Carbonera de Francisco de P. Mendoza la cual representa la victoria de los repúblicanos durante la Invasión Francesa, nada más y nada menos que librada por Porfirio Díaz. Así pues, dándole la espalda al que para ese momento ya era exiliado, se retrató a Villa y a Zapata en Palacio Nacional. Próximo a cumplirse el centenario luctuoso de Villa y a 104 años del de Zapata con esta entrada recordamos tan solo un momento emblemático de poco más de diez años de conflictos y disputas durante el siglo xx en México.

 

Material de apoyo:

Katz, Friedrich, Pancho Villa, tomo 1, traducción de Paloma Villegas, Era, México, 2018.

 

Institución: Mediateca inah

Una de las maravillas de la fotografía es que gracias a la luz y a reacciones químicas puede capturarse un momento determinado. Algunas fotografías han trascendido por diversos motivos y la que nos interesa en esta entrada es una de ellas. Durante la Convención de Aguascalientes celebrada a partir del 10 de octubre de 1914, los diferentes representantes villistas, zapatistas y constitucionalistas discutieron sobre quién debía ser nombrado presidente luego de haber conseguido la salida de Victoriano Huerta. Los jefes militares, aunque no asistieron, hicieron conocer sus ideas gracias a sus representantes; algunos consideraban que un militar no debía ocupar la presidencia, mientras que otros buscaban para sí aquel cargo o beneficiarse de las decisiones tomadas. En algún punto se buscó que Francisco Villa y Venustiano Carranza dimitieran a sus respectivos mandos de líderes militares, el primero estaba de acuerdo, pero no el segundo.

Ya que Carranza desconoció las decisiones de la Convención de Aguascalientes para que Eulalio Gutiérrez asumiera la presidencia, Villa y Zapata acordaron aliarse en contra del Ejército Constitucionalista. Para consolidar dicho frente el Atila del Sur y el Centauro del Norte acordaron reunirse en Xochimilco, entonces ocupado por el Ejército zapatista, finalmente el 6 de diciembre de 1914 hombres de ambas divisiones siguiendo a sus jefes marcharon al centro de la ciudad hacia Palacio Nacional en donde fueron recibidos por Gutiérrez. Al paso de las horas los líderes, seguidos seguramente de sus hombres de confianza, en algún momento llegaron al Salón Presidencial. Hay quienes refieren que fue Villa quien mandó a llamar al fotógrafo, otros que se cuestionó quién debería ocupar tan codiciado lugar y que risueño el norteño y haciendo burla de que siempre sostuvo que él no pedía nada para sí, se sentó relajadamente en ella; también se ha escrito sobre su posición inclinada para destacar el símbolo patrio del águila.

 

Ya que hemos esbozado el contexto, nos detendremos un poco en sus elementos. La casa fotográfica Casasola ostenta su creación tal y como puede atestiguar la firma en la parte inferior. Hay diferentes tomas del momento, en la que aquí mostramos puede apreciarse que Zapata mira atentamente al líder norteño mientras que Villa se sonríe aunque sin milarlo. Las expresiones en los rostros de sus acompañantes son variadas, algunos sonríen, otros prefieren voltear a verlos antes que posar, mientras que la presencia de dos niños en los costados y la de Dolores Jiménez y Muro enmarcan la escena. En cuanto al mobiliario propio del salón podemos ver claramente el brillo del águila de la silla, así como sus elegantes antebrazos, por otra parte, al fondo puede distinguirse parte del óleo titulado La Batalla de la Carbonera de Francisco de P. Mendoza la cual representa la victoria de los repúblicanos durante la Invasión Francesa, nada más y nada menos que librada por Porfirio Díaz. Así pues, dándole la espalda al que para ese momento ya era exiliado, se retrató a Villa y a Zapata en Palacio Nacional. Próximo a cumplirse el centenario luctuoso de Villa y a 104 años del de Zapata con esta entrada recordamos tan solo un momento emblemático de poco más de diez años de conflictos y disputas durante el siglo xx en México.

Material de apoyo:

Katz, Friedrich, Pancho Villa, tomo 1, traducción de Paloma Villegas, Era, México, 2018.

 
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