La pieza que se muestra forma parte de la serie fotográfica de Salatiel Barragán Santos, la cual fue premiada en mayo de 2011 durante el II Concurso Nacional de Fotografía “Mercados y tianguis para el Día de Muertos”. Las imágenes condecoradas fueron tomadas en Huejutla, Hidalgo. En la escena captada por Barragán puede observarse a una mujer y frente a ella la exposición de su mercancía: velas. Durante mucho tiempo la producción y el consumo de velas figuraron como actividades cotidianas relevantes y no sólo eran excelentes para alumbrar las noches oscuras antes de que la luz eléctrica pudiera hacerlo como hoy en día, también se usaron en prácticas religiosas y rituales, muchos de los cuales persisten todavía.
Algunas celebraciones tradicionales en México las utilizan; tal es el caso del Día de Muertos que, a pesar de las variaciones en todo el país, usan velas con cuya luz ayudan a las ánimas a visitar su morada terrenal cada año.
Para esta festividad anual, algunos pueblos indígenas se dedican a la elaboración artesanal de estas piezas de cera, sebo o parafina. Cabe destacar que así como las velas han dejado de usarse ampliamente para alumbrarse, los artesanos dedicados a su fabricación poco a poco han ido desapareciendo, ya por el desinterés de las nuevas generaciones por aprender este oficio, ya por los grandes productores que acaparan el mercado.
Material de apoyo:
Carbajal López, David, “Velas, religión y política en la Nueva España del siglo de las luces”, en Temas americanistas, núm. 33 (2014). Descargable aquí (186 KB).
Rodríguez Lazcano, Catalina, “Los chontales tabasqueños y la conmemoración de las ánimas”, en Cuadernos del Patrimonio Cultural y Turismo, cuaderno 16 (2006). Descargable aquí (1.8 MB).