lupa
Tema del mes
Portadilla de <p><span class="versalitas_temas">ezln</span>: una ideología de intenso colorido</p>

ezln: una ideología de intenso colorido

“¡Libertad!”, “¡Otro mundo es posible!”, “¡Vivan las mujeres del mundo!” son algunas de las frases que se leen en los murales que se encuentran en las comunidades autónomas zapatistas (Caracoles) y que hacen el recuento de los ideales que mantienen al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (ezln) en pie de lucha por los derechos indígenas y una vida de paz, libertad y autonomía, una vida donde hay “nuevos amaneceres” y “donde caben muchos mundos diferentes y verdaderos”.

La principal arma del zapatismo ha sido el discurso colectivo, pues el movimiento se ha manifestado a través de comunicados, declaraciones, acuerdos y convenciones. En ese sentido, las expresiones artísticas han sido fundamentales para plasmar las ideas zapatistas y reproducir aquello que les da identidad a las comunidades y, aunque no siempre los indígenas son los creadores de las obras, sí articulan el discurso.

Los murales que aquí presentamos viven en las paredes de escuelas, clínicas, tiendas, sedes de la Junta del Buen Gobierno y otros locales dentro de las comunidades. Fueron creados de manera colectiva, o por artistas convocados por los mismos zapatistas, como Gustavo Chávez Pavón “Guchepe”. Son creaciones que conservan la carga estética e ideológica del zapatismo, espacios coloridos y subversivos que muestran, además de poderosas frases, las figuras de indígenas encapuchados, mazorcas, estrellas rojas y a personajes diversos, como los comandantes del ezln, Emiliano Zapata y el Che Guevara. En palabras de Luis Vargas Santiago, estos creadores “hicieron del discurso artístico una tribuna de lucha para el zapatismo (...) perpetuando la función ideológica y política que ha tenido el muralismo para México”, un muralismo militante.

Las fotografías de los murales fueron tomadas por Cristina Híjar durante la realización del documental Autonomía zapatista: Otro mundo es posible. La investigadora asegura que en el espacio público zapatista esta expresión sirve para “marcar territorio, distinguiéndolo con bellas decoraciones murales que hacían alusión a la lucha”. Sus imágenes son de gran importancia, pues las obras están elaboradas en un soporte que no tiene preparación y, al no tener procesos de conservación, su materialidad es efímera.