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El reordenamiento del DF: represión y movilidad en las últimas décadas del siglo xx

Durante los años setenta y ochenta del siglo xx el gobierno del Distrito Federal se enfocó en el reordenamiento social y de infraestructura de la ciudad. Uno de sus objetivos fue controlar el tránsito, tanto el de las personas como el del transporte público. Durante la década de 1970 se inauguraron y ampliaron algunas líneas del Metro, se crearon los ejes viales, se cambiaron los tranvías por trolebuses y se implementaron los taxis “vocho”. Pero nada de eso ocurrió en calma; al Metro se subían millones de personas que utilizaban autobuses para llegar a las diferentes estaciones. 

Para 1979 los operadores de dichos autobuses exigieron su derecho a circular por los ejes viales, el alza de tarifas y la reducción de impuestos. Para presionar al gobierno bajaron la calidad del servicio y aumentaron las tarifas sin autorización, lo que provocó el descontento de los usuarios. En septiembre de 1981 el Departamento del Distrito Federal (ddf) revocó las concesiones de estos particulares y asignó el servicio a Ruta 100. Los autobuses amarillos cubrieron el 86 por ciento de la ciudad y el Área Metropolitana, pero acarrearon diversos problemas desde su primera huelga en enero de 1982 hasta declararse en quiebra en 1995. Por otro lado, el DDF, encarnado por personajes como Alfonso Martínez Domínguez, Octavio Sentíes Gómez y Carlos Hank González, prohibió las manifestaciones y realizó redadas, conocidas como razias, para “levantar” a personas contra las que había algún prejuicio: jóvenes, homosexuales, lesbianas, trabajadoras sexuales (incluidas mujeres trans), comunistas y socialistas. Estas detenciones incluían extorsión y tortura, y aumentaron entre 1976 y 1982, cuando Arturo “El Negro” Durazo fue titular de la policía capitalina.

Además el gobierno reprimió cualquier acto que “atentara contra la seguridad pública”, asegurando que existían grupos políticos que despreciaban el orden. Sólo se autorizaron las manifestaciones que se ajustaran a las disposiciones constitucionales, siendo esto totalmente subjetivo, como puede observarse en una carta en la que se solicita permiso para manifestarse contra los altos precios de la carne (que no fue otorgado), o la nota que informa que la oposición no fue autorizada para manifestarse en el Zócalo. Memórica. México, haz memoria reúne esta colección de documentos que dan cuenta del reordenamiento de aquella época.