lupa
Sociedad
Portadilla de <p>Porfirio Díaz coloca la primera piedra del monumento a la Independencia</p>

Porfirio Díaz coloca la primera piedra del monumento a la Independencia

2 de enero de 1902

Uno de los símbolos más característicos de la capital del país es el monumento conocido como Ángel de la Independencia. Ubicado en un punto estratégico de la ciudad a principios del siglo xx, el Paseo de la Reforma, ha sido testigo de movimientos sociales, celebraciones deportivas, protestas y muchos acontecimientos más. La primera piedra de esta edificación fue colocada por Porfirio Díaz el 2 de enero de 1902, en una solemne ceremonia que llamó la atención de la sociedad de la época.

En aquel entonces, la ubicación donde se colocaría el monumento se conocía como la sexta glorieta de la Calzada de la Reforma, sitio que fue preparado especialmente para recibir al primer mandatario junto con el cuerpo diplomático y los delegados de la Segunda Conferencia Internacional Americana, que en aquellos momentos se llevaba a cabo en nuestro país. Según los diarios de entonces, además de estos personajes también acudirían el presidente del Ayuntamiento y sus regidores, altos funcionarios de la Secretaría de Comunicaciones, ingenieros residentes en la Ciudad de México, diversas comisiones de las sociedades obreras y mutualistas, representantes de la prensa y varias familias invitadas. Fue alrededor de las 10:30 cuando arribaron los carruajes con los invitados, se detonaron los 21 cañonazos que esperaban al presidente de la República y, después de que los ingenieros presentaron sus discursos, se llevó a cabo la firma del acta que formalmente daba por iniciada la magna obra. 

Este documento, que incluía los nombres de los arquitectos, ingenieros y funcionarios que participaron en la obra, se colocó dentro de un cofre en donde también se pusieron algunos ejemplares de los diarios de la época, monedas, retratos del presidente y de Antonio Rivas Mercado, el arquitecto encargado de la obra, y la copia de su título profesional. El cofre debidamente soldado, se puso junto con la primera piedra, que fue colocada después de que el presidente dispusiera el cemento extraído de una cubeta de plata con una cuchara de albañil del mismo material. Éste fue el inicio del monumento que se tardaría alrededor de nueve años en construir y que fue inaugurado por Díaz en 1910, meses antes de que se iniciara el movimiento armado que cambiaría el rumbo de nuestro país.