La historia del salario mínimo comenzó en 1917, cuando se promulgó la Constitución General de la República el 5 de febrero de aquel año. En la fracción vi del artículo 123 se mencionaba ya que “el salario mínimo que deberá disfrutar el trabajador será el que se considere suficiente, atendiendo las condiciones de cada región, para satisfacer las necesidades normales de la vida del obrero, su educación y sus placeres honestos, considerándolo como jefe de familia”. A pesar de que la noción del salario mínimo estuvo en el papel desde entonces, en la práctica fue hasta aproximadamente 15 años después cuando comenzaron a llevarse a cabo acciones que impactarían más en las clases trabajadoras. 

Así, en 1933, durante la administración interina de Abelardo L. Rodríguez, se formó una Comisión de los Salarios Mínimos para impulsar la aplicación de preceptos legales con la finalidad de que el 1° de enero de 1934 entrara en vigor el primer salario mínimo, que fue de 0.0015 pesos, y después, el 5 de enero de ese año, se fijó esta cantidad a nivel nacional. En aquel entonces también se definió al salario mínimo de manera formal como “la cantidad menor que debe recibir en efectivo el trabajador por los servicios prestados en una jornada de trabajo. El salario mínimo deberá ser suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos”. Desde entonces esta cuota se fijaba cada dos años y a partir de 1976, se aplica cada año. En esta colección incluimos diversos textos de especialistas acerca de este importante logro, así como algunos diarios de la época que nos muestran su evolución.