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Conciencia política y social del movimiento lésbico

Si bien la lucha de los diversos grupos que conforman la diversidad sexual se centra en el reconocimiento, el respeto y los derechos de su comunidad, éstos también se ocupan y organizan alrededor de otras causas sociales y corrientes de pensamiento que les son próximos, tal como podemos observar en esta muestra, cuyos ejemplos representativos se acercan a la problemática del mundo indígena y al movimiento zapatista. Al igual que la definición de grupos de lesbianas que se especifica abiertamente socialistas. Imágenes y textos de diversas épocas dan cuenta de este interesante aspecto.

Una figura emblemática de la nación mexicana es sin duda Frida Kahlo cuya imagen se retoma en un cartel elaborado en 1992, en el que la observamos de cuerpo entero debajo de un póster que con claridad la define como lesbiana. Su cuerpo ataviado con una vestimenta masculina tal como, en efecto, solía utilizar en su juventud antes de decantarse por el uso de los trajes típicos, y su rostro que se multiplica en el papel al que se le suman frases que manifiestan su postura anticapitalista, francamente trotskista, con todo ellos se evidencia un claro antecedente de militancia vinculado a una preferencia sexual no binaria. Contamos aparte con una publicación, relativa al Primer Congreso Nacional Extraordinario de la Corriente Socialista, en el que el tema de la homosexualidad sería abordado, destacamos que en el texto correspondiente hace énfasis entre la relación de la sexualidad y la política y se reconoce que “la perpetuación del sistema capitalista ha descansado en la reproducción de los roles… [y que] reivindicar el derecho a ejercer la sexualidad plena, sea heterosexual u homosexual es un hecho político…”. 

De igual manera, percibimos a través de otros documentos la identificación con las causas de tendencia izquierdista y en consonancia con otros movimientos que también responden a grupos vulnerables en términos históricos, como sucede con la problemática de los pueblos originarios como el zapatismo, por ejemplo. Asimismo, en esta colección también se puede encontrar un documento que se considera, desde la perspectiva lésbica, a la lucha indígena como paralela. Por último, podemos consultar un texto fechado en 1978 donde Marta Lamas reconoce a las primeras cuatro agrupaciones de lesbianas organizadas que abordan sus preocupaciones políticas y sociales.