lupa
Identidades
Portadilla de <p>Maximiliano de Habsburgo y la recuperación de vestigios arqueológicos prehispánicos</p>

Maximiliano de Habsburgo y la recuperación de vestigios arqueológicos prehispánicos

La Casa de los Habsburgo fue reconocida por fomentar el coleccionismo. Esta práctica se originó a partir del llamado Schatz o tesoro medieval, que se encontraba formado por objetos personales y por todos aquellos bienes que se consideraban propiedad de una familia. Fernando Maximiliano de Habsburgo heredó esta tradición que trasladó hacia nuestro país durante su estancia como emperador (1864-1867) como una manera de difundir la ciencia y la cultura mexicanas, así como con la intención de crear un discurso histórico que conjuntara su origen europeo con su nueva patria adoptiva: México.

Para conseguirlo, la búsqueda y reunión de vestigios arqueológicos del México antiguo fue fundamental. La recuperación de este tipo de materiales le permitió mostrar la importancia que le daba a la población indígena, a la que consideró heredera directa de la prehispánica, y resaltar que ese periodo, aunque parecía extraño y lejano, también formaba parte de la memoria histórica de nuestro país. Maximiliano les dio un giro diferente a las prácticas de recolección y coleccionismo que sólo se quedaban en el ámbito privado y decidió trasladarlas a un espacio público: el museo. Aunque el Museo Nacional existía desde 1825, funcionaba más como un sitio de almacenamiento. El emperador lo cambió de lugar y organizó las piezas de manera diferente para que se pudiera visitar. Hizo gestiones para recuperar objetos que estaban entre las pertenencias de sus familiares en Europa o en repositorios de ciudades como Viena o Bruselas, y también les pidió piezas a los estudiosos que se encontraban trabajando en excavaciones cerca de la ciudad, como fue el caso de José Fernando Ramírez. Así, las modificaciones que hizo en el museo no sólo fueron en el aspecto físico, en la organización o el aumento de las colecciones, sino también en lo conceptual, por la forma de asumir la utilidad y función de un museo como un espacio de sociabilidad, como un lugar en el cual se conserva y transmite el pasado mediante el resguardo de objetos. En la colección que presentamos en esta ocasión reunimos algunas de las piezas que el emperador trató de recuperar y regresar a México pero que aún permanecen en acervos allende el océano.