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Rostros femeninos del arte en México, primera mitad del siglo XX
Portadilla de Rostros femeninos del arte en México, primera mitad del siglo XX

Rostros femeninos del arte en México, primera mitad del siglo XX

La presencia de las mujeres en los diversos ámbitos del arte mexicano ha sido una constante que deseamos valorar en este espacio. Una manera de hacerlo es darles rostro a estas artistas que desarrollaron su obra en nuestro país, en algunos casos sin haber nacido en él. Cada una de ellas marcó la historia de la disciplina artística en la que se desenvolvió, ya sea como pioneras: Carmelita Duarte, Mimí Derba o María Asúnsolo, pero también por la enorme popularidad de que gozaron, por ejemplo María Conesa, o porque su fama trascendió las fronteras y devinieron iconos mundiales como Tina Modotti, cuyo trabajo fotográfico se produjo en su mayoría en México, y la figura de alcance mundial que es Frida Kahlo. Así, desde diversos ámbitos como la pintura, la música, la fotografía, el cine e incluso la promoción del arte preparamos esta pequeña selección.

Carmelita Duarte fue la primera pintora mexicana, de Yucatán, enviada a Roma a estudiar pintura; podemos verla instalada en su estudio de dicha ciudad, rodeada de sus creaciones, mismas que fueron mostradas en la Exposición Universal de París al inicio del siglo XX. Otra pionera fue Mimí Derba, primera directora de cine en México, quien además de haber sido una cantante de zarzuela extraordinaria, en 1917 realizó La tigresa, película de ficción producida por su propia empresa, la Azteca Film. Gran amiga de Mimí, la cantante española María Conesa, aquí rodeada de sus bailarinas, quien fue la tiple más famosa en los teatros de la capital en tiempos de la Revolución mexicana. Por otro lado, es muy poco conocida la modelo y promotora del arte María Asúnsolo, quien incursionó en el área del mercado del arte; en su propio departamento fundó GAMA (Galería de Arte María Asúnsolo), donde expusieron los más grandes artistas plásticos del país. En la fotografía, con la llegada de la italiana Tina Modotti a México se instauró una mirada femenina, crítica y altamente sensible que supo retratar la realidad nacional e inspiró a otras mujeres a desarrollarse en este ámbito; y el broche de oro, el rostro juvenil de quien se ha convertido en un símbolo universal de la mujer artista mexicana: Frida Kahlo, quien desde el dolor produjo una obra altamente autorreferencial, que más allá de la moda y las tendencias del mercado es de gran fuerza y calidad.