También el amor puede llevar implícito un impulso pasional como el que se refleja en la estampa del maestro Arellano titulada Haciendo el amor. Pero cuando se habla del amor como si se tratara de un personaje y le otorgamos un aspecto físico, suele ilustrarse con la presencia de Cupido, ser cuyo origen se remonta a la cultura grecorromana como Eros, dios del deseo amoroso; este personaje mitológico logra interactuar con otros seres, tal como lo muestran las esculturas del siglo XIX de Miguel Noreña y Gabriel Guerra.

Sin embargo, el amor tiene diferentes matices, pues no sólo hace referencia al sentimiento que puede existir por una pareja. En esta colección brindamos ejemplos visuales del amor materno o el filial, e incluso el que puede llegar a sentirse por otros seres de la naturaleza. Por tanto, se trata de un tema que está presente de forma permanente en el arte universal y sin duda en el mexicano. A lo largo de la historia pareciera que representarlo con imágenes es más fácil que explicarlo con palabras; aquí ofrecemos una muestra de ello.