El periódico se fundó en agosto de 1885 y al morir Manuel Pérez Bibbins, uno de sus fundadores, fue adquirido por Daniel Cabrera para que, en julio de 1902, fuera arrendado por Ricardo Flores Magón. Uno de los colaboradores en aquella época era Jesús Martínez Carrión, quien realizaba unas caricaturas muy expresivas y mordaces; en una ocasión se le ocurrió dibujar a Porfirio Díaz representando a la Suprema Corte de Justicia. La publicación de esta viñeta fue la causa de la detención y allanamiento de aquel día. De tal manera que Ricardo y Enrique Flores Magón, Juan Sarabia, Alfonso Cravioto y seis personas más fueron trasladados a la cárcel de Belén. En mayo, la redacción fue clausurada y la imprenta confiscada.

En 1903 los tribunales prohibieron la circulación de cualquier diario en donde participara Ricardo Flores Magón. La Suprema Corte de la Nación confirmó el fallo y en 1904 se prohibiría la publicación de periódicos contrarios al régimen. A pesar de las prohibiciones, estudiantes e intelectuales no detendrían su lucha contra la dictadura de Díaz a través de manifestaciones, proclamas, actas, cartas, clubes, y de otras publicaciones que fueron impresos en la clandestinidad. La mayoría de estas expresiones serían reprimidas, los involucrados perseguidos, sometidos a juicios y encarcelados, sin embargo, esta lucha ayudaría de forma fundamental al movimiento armado que se daría en noviembre de 1910.