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Sor Juana Inés de la Cruz
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Fallecimiento de sor Juana Inés de la Cruz

17 de abril de 1695

Juana Ramírez de Asbaje, una de las más destacadas escritoras de la historia mexicana, sorteó las dificultades que le imponía ser una mujer novohispana del siglo xvii para sobresalir como una extraordinaria humanista de su época. Inserta en un contexto adverso en donde la educación era vetada para el género femenino, ella desafió esta situación de desigualdad y lo hizo con las mejores armas: la erudición y las letras.

Por eso, más de 300 años después de su muerte, se sigue reconociendo su trabajo y su legado tanto a nivel nacional como internacional. Niña prodigio, estudiosa de la biblioteca de su abuelo en la Hacienda Panoayán, dama de honor de Leonor Carreto y tutora de su hija María Luisa, Juana tuvo acceso a la cultura y costumbres de la Corte virreinal, donde brilló por sus conocimientos y su habilidad para la composición. Su curiosidad no se detuvo y continuó también durante su reclusión como religiosa. Su celda se convirtió en punto de encuentro de escritores, poetas, filósofos e intelectuales de la época. En ella también llevó a cabo experimentos científicos y reunió una copiosa biblioteca con más de cuatro mil volúmenes gracias a los cuales aprendió de teología, astronomía, pintura, lenguas y filosofía. Los últimos años de su vida fueron difíciles por las críticas de la alta jerarquía eclesiástica, la pérdida de su acervo bibliográfico y por las epidemias que asolaron su convento, una de las cuales la llevó a la muerte el 17 de abril de 1695. En la colección para conmemorar su fallecimiento presentamos parte de su obra y algunas representaciones artísticas de la Décima Musa.