Murmullos de las selvas mexicanas
Científicos mexicanos han realizado proyectos de conservación durante décadas en las selvas del sureste del país. Nuevas técnicas y herramientas de investigación permiten capturar imágenes y sonidos antes desconocidos para biólogos y conservacionistas. Con ello se ha logrado recabar nueva información que da a conocer el comportamiento de los animales en su entorno natural. Documentos sonoros de mamíferos, anfibios, insectos, son recopilados, conservados y puestos a disposición del público y especialistas en acervos como la Fonoteca Nacional.
La relación entre especies forma parte de una gran cadena y ecosistema, donde muchas comunidades indígenas han logrado convivir durante siglos con otras, como el tapir, venado, ocelote, oso hormiguero, así como con una enorme variedad de especies de plantas y árboles que conllevan un desequilibrio ecológico en varios hábitats. En los últimos años, diversos proyectos de conservación que buscan establecer un equilibrio entre la actividad humana y el medioambiente, hacen posible que la comunidad científica, además de recuperar ejemplares de animales y plantas para obtener el ADN de estas categorías, han recopilado, mediante instrumentos especiales, los sonidos cotidianos de selvas, bosques o desiertos, poco conocidos para el oído humano, son seleccionados y conservados en archivos sonoros de centros de investigación como la Fonoteca Nacional. Gracias a estos registros, que van acompañados de imágenes fotográficas y de video, la vida cotidiana de los ecosistemas mexicanos, tanto diurna como nocturna, pueden ser notables al igual por especialistas como por el público en general. Así, sin importar la distancia podemos acercarnos a las reservas de la biosfera en México como Calakmul (Campeche), Sian Ka’an (Quintana Roo) entre otras.