Se expide la Ley Agraria de 1915
6 de enero de 1915
El asunto de la propiedad de la tierra fue una de las preocupaciones principales que motivó el levantamiento armado de 1910. Distintas facciones manejaron entre sus demandas la restitución de tierras ante el despojo al que habían sometido a las comunidades indígenas y campesinas desde 1857, cuando entró en vigor la Ley de Nacionalización de Bienes Eclesiásticos, aunque el problema se arrastraba prácticamente desde el periodo virreinal.
Por eso fue tan importante la conocida como Ley Agraria de 1915, promulgada por el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza, el 6 de enero de ese año. Dentro de la historia del derecho agrario en México, es considerada como la primera ley del país en esta materia, con la cual se inició el proceso de reforma o reparto de tierras. En su único considerando se reconoce el despojo del que habían sido objeto las poblaciones agrícolas a través de las distintas leyes expedidas desde la segunda mitad del siglo xix, agravadas por las decretadas durante el Porfiriato, además de que reconoce la participación de las autoridades políticas y de los ministros de Fomento y Hacienda en él. Se estima como un acto de elemental justicia el devolver a los pueblos los terrenos que se les quitaron sin la necesidad de perjudicar a las personas que poseían los predios en cuestión.
Especialistas en el tema como Elena Patiño Flota y María de Jesús Espinoza indican que la Ley Agraria de 1915 fue el primer paso que se dio en México para lograr una solución no solamente revolucionaria sino institucional a las demandas del pueblo, con una visión a largo plazo que se concretaría a nivel constitucional en 1917; asimismo, permitió establecer el cuerpo jurídico que posibilitó que en la actualidad se consideren en nuestra Carta Magna los tres tipos más importantes de tenencia de la tierra: el ejido, la comunidad y la pequeña propiedad.