El estado de Oaxaca
Oaxaca es uno de los estados de la república mexicana con mayor riqueza gracias a su diversidad cultural y a sus abundantes recursos naturales. Resulta difícil resumir en unas cuantas líneas todo lo que esta región ha aportado a la memoria y a la identidad mexicanas desde la época prehispánica hasta nuestros días. Hablar de Oaxaca es hablar de historia, de tradición, de arte en todas sus variantes, es hablar de sabores y colores al por mayor, es recordar el color cálido de su tierra y la oscuridad de su cielo repleto de estrellas durante la noche.
Este lugar mágico y ancestral, ubicado en el suroeste del territorio mexicano, se divide en ocho regiones: Cañada, Costa, Istmo, Mixteca, Papaloapan, Sierra Sur, Sierra Norte y Valles Centrales. Estas mismas regiones proporcionan una variedad extraordinaria de manifestaciones culturales, algunas de las cuales pueden conocerse a través de la Guelaguetza, festividad que se celebra cada año. Pero la mayor riqueza de Oaxaca se encuentra en su propia gente, la cual ha mantenido vivas innumerables tradiciones y transmitido de generación en generación el método de elaboración de sus expresiones de arte popular.
La colección que presentamos en esta ocasión ofrece una pequeña muestra del patrimonio de este gran estado. Desde artesanías, como las elaboradas con el famoso barro negro de San Bartolo Coyotepec, textiles que dan lugar a los trajes típicos de cada región, documentos que nos acercan a su historia, joyería típica, hasta obras de arte elaboradas por oriundos de la región, así como otras hechas por autores de distintos sitios pero que han sido atrapados por el encanto de lo que han visto a su paso por la zona. Oaxaca es un ejemplo de cómo la memoria de todo un pueblo se ha mantenido viva durante milenios.