Los expedicionarios españoles, que buscaban metales preciosos y otros que eran útiles para la fabricación de herramientas y armas, descubrieron abundantes minas de plata como las de Taxco, en el actual estado de Guerrero. El 11 de mayo de 1535 el rey Carlos I, decretó la creación de la Real Casa de Moneda de México, que fue la primera de América, y al virrey de la Nueva España, Antonio de Mendoza, le correspondió la ejecución de dicho decreto.

Un año después inició la construcción del edificio a un costado del Palacio Virreinal, sobre la actual calle de Moneda, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. El descubrimiento de nuevos yacimientos de plata en el norte de la Nueva España, en los actuales estados de Guanajuato, Zacatecas y San Luis Potosí, y la introducción de un método basado en el uso del mercurio para la obtención de plata de mejor calidad, conocido como “de amalgamación o de patio”, favorecieron la producción de monedas, misma que implicó la creación de diversos oficios en la Nueva España, como los ensayadores, los acuñadores o monederos y los operarios u obreros brazajeros. Todo el proceso productivo estaba bajo la supervisión del virrey.

Memórica tiene cientos de documentos, físicamente resguardados en repositorios como el Archivo General de la Nación, que nos permiten conocer la historia de la Real Casa de Moneda de México. Para conocer más de este tema recomendamos el texto de Felipe Castro Gutiérrez Historia social de la Real Casa de Moneda de México, disponible en el sitio web del Instituto de Investigaciones Históricas de la unam.