Fue entonces cuando se pensó en fomentar una política de “puertas abiertas” para lograr una mayor participación de los obreros y campesinos dentro del partido y promover la unificación de los mismos en dos frentes únicos. Sin embargo, esta medida no funcionó; al interior del pnr continuaban los conflictos y el desprestigio de la organización se acrecentaba. Ante este panorama, Cárdenas lanzó el 18 de diciembre de 1937 un manifiesto en el que anunció la transformación del partido para que fueran integrados formalmente a su estructura los campesinos, los obreros, las mujeres, las agrupaciones juveniles y el ejército. En enero de 1938 se formaron las comisiones encargadas de las cuestiones legales y a un mes de haber publicado el manifiesto, se convocó a la III Asamblea Nacional Ordinaria, que se llevó a cabo del 30 de marzo al 1° de abril de ese año en el Palacio de Bellas Artes con la asistencia de cien representantes del sector obrero, 96 del agrario, 96 del popular y 101 del militar. Ese mismo día se firmó el “Pacto Constitutivo del Partido de la Revolución Mexicana”.

Más allá de los cambios en su estructura interna, el más importante que se dio con esta transformación fue que dejó de ser un partido basado en el poder personalista, para ser uno que buscaba su legitimación con el apoyo de las masas, y el cardenismo obtuvo su control al incorporarlas de manera formal al sistema político. Para recordar esta efeméride, mostramos imágenes del día a día del nuevo partido poniendo como ejemplo el estado de Campeche, en donde se aprecian las prácticas con la participación popular, como se consideró en los lineamientos de su fundación.